En una entrevista, el funcionario y referente económico del gobernador Axel Kicillof cuestionó la visión oficialista sobre el equilibrio fiscal, la carga tributaria y la distribución de recursos, al tiempo que subrayó la importancia política de las próximas elecciones de medio término.
“Creo que es uno de los riesgos que tiene delante este Gobierno. El mercado evalúa riesgos y lo que está leyendo es que hay inconsistencias en el programa económico. No es un riesgo ‘kuka’, es un riesgo concreto de insolvencia”, sostuvo Girard, en referencia al creciente temor en los mercados financieros respecto de la sostenibilidad de la deuda.
El debate sobre el déficit y la obra pública
Girard rechazó los calificativos del presidente Milei hacia los gobernadores como “degenerados fiscales” por negarse a profundizar el ajuste. “A lo que nos negamos es a tener obra pública cero, a recortar programas de asistencia social en medio de una crisis, a desfinanciar la salud y la educación. El degenerado fiscal es el que le hace pagar el costo del ajuste a jubilados, empleados públicos y a la clase media”, remarcó.
Asimismo, explicó que el déficit y el superávit deben entenderse como instrumentos de política económica. “Nadie en nuestro espacio está enamorado del déficit fiscal como quieren hacer creer. Un superávit puede lograrse incluso impulsando la inversión pública si ésta genera un crecimiento que aumente la recaudación”, argumentó.
Impuestos y desigualdades
En otro tramo de la entrevista, Girard cuestionó la estructura tributaria argentina, a la que calificó de “tremendamente procíclica”. “Cuando se achica el mercado interno cae la recaudación y eso refuerza la necesidad del ajuste, entrando en un círculo vicioso”, señaló.
A su vez, apuntó contra los grandes empresarios que tributan en el exterior. “Algunos pagamos muchos impuestos y otros pocos. Marcos Galperín, por ejemplo, que hizo su fortuna en Argentina, elude el sistema tributario por su residencia fiscal. Eso me parece una afrenta a la argentinidad, mientras un trabajador que vive en un barrio popular paga proporcionalmente mucho más”, criticó.
En este sentido, se pronunció a favor de eliminar los “gastos tributarios” derivados de exenciones impositivas. “Prefiero un esquema de financiamiento público, transparente y auditable, en lugar de beneficios que no rinden cuentas a nadie”, propuso.
Elecciones y poder político
Para Girard, las elecciones legislativas serán decisivas en el devenir del Gobierno nacional. “Si el oficialismo pierde, empieza una transición democrática hacia 2027. Se terminará el acompañamiento que Milei logra en el Congreso con el toma y daca, y se verá a un presidente desempoderado. Eso es saludable, porque de eso se tratan las elecciones de medio término: si no tenés los votos, no podés hacer lo que quieras”, enfatizó.
El titular de ARBA advirtió que el oficialismo podría quedar debilitado si se frena su capacidad de avanzar con reformas. “No va a poder profundizar el daño que viene haciendo. En la Provincia de Buenos Aires seguro que no. La gente no va a soportar la profundización de este esquema”, anticipó.
Federalismo y coparticipación
Girard también cuestionó el modelo de federalismo vigente desde la reforma constitucional de 1994, al considerar que fragmentó los criterios de distribución de recursos. Según explicó, la creación de regalías provinciales y la fijación de coeficientes fijos de coparticipación incentivaron la competencia entre provincias en lugar de fortalecer la unidad nacional.
“Milei profundizó esa lógica con el RIGI, que habilita a las provincias a no aportar al régimen de coparticipación. Entonces, ¿qué incentivo tienen las que poseen recursos naturales a defender un interés nacional? Ninguno”, aseguró.