El gobernador bonaerense Axel Kicillof encabezó el acto por el Día de la Soberanía Nacional en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno bonaerense, acompañado por la vicegobernadora Verónica Magario. Ante funcionarios, legisladores, intendentes y representantes de organismos sociales, el mandatario vinculó los desafíos actuales del país con las lecciones históricas de la Vuelta de Obligado.
“La soberanía no solo se pone en riesgo ante cañones y ejércitos, sino también como consecuencia de relaciones económicas que surgen de la sumisión política. Somos una provincia productiva que no va a aceptar que se acuerde con miedo y de rodillas”, sostuvo ante los allí presentes.
Sobre el contexto actual, el Gobernador advirtió sobre el acuerdo comercial que la Argentina negocia con Estados Unidos. “Hoy la Argentina está cerrando un acuerdo comercial (…) del que todavía no conocemos la letra chica”, señaló, y subrayó que existen antecedentes de otros países que “avanzaron en la misma dirección”. La diferencia, dijo, es la estructura productiva local, que exige proteger a la industria. “En cualquier convenio, primero hay que cuidar la producción y el trabajo argentino”, afirmó.
Kicillof insistió en que toda política debe evaluarse en función de su impacto sobre la población. “El único parámetro para evaluar un acuerdo o una política es si beneficia o no a las grandes mayorías, a los que trabajan y producen”, planteó, y aseguró que en la provincia “no hay ningún sector que esté mejorando sus condiciones” bajo el programa económico del Gobierno nacional.
Al cierre, convocó a mantener vigente el legado de los protagonistas de la Vuelta de Obligado. “Nuestros patriotas no pueden quedar inmóviles en un museo”, dijo y afirmó que en Buenos Aires “somos millones los que estamos dispuestos a luchar por nuestra soberanía y por mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo”.