PAíS | 30 OCT 2025

INFORME

Según la UBA, casi la mitad de los argentinos se endeuda para comer desde que asumió Milei

El crédito se transformó en una herramienta de supervivencia y la morosidad en el consumo creció un 147% en un año y medio.




Un informe elaborado por el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Centro RA) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reveló que el endeudamiento de los argentinos alcanzó niveles alarmantes, con casi la mitad de la población utilizando el crédito para cubrir necesidades básicas, como la compra de alimentos.

De acuerdo con el estudio, la demanda de bienes volvió a deteriorarse en agosto y se ubica hoy por debajo de los niveles registrados al inicio de la gestión de Javier Milei. En este contexto, las tarjetas de crédito se consolidaron como el principal medio de compra en los supermercados.

Entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, el uso del crédito pasó del 39% al 45% de las operaciones, mientras que las compras con débito cayeron del 34% al 26%, las realizadas en efectivo del 20% al 16%, y las billeteras virtuales crecieron del 7% al 13%.

La politóloga Mara Pegoraro, integrante del Centro RA, explicó que “el crédito dejó de estar vinculado al consumo aspiracional y pasó a ser una herramienta de financiamiento cotidiano, usada para adquirir bienes básicos”.

Aumento de la morosidad y salarios rezagados

El estudio también advierte un incremento sostenido de la morosidad en el crédito al consumo, que creció un 147% en poco más de un año y medio, pasando del 2,5% al 6,2%.

Pegoraro señaló que “el atraso de los salarios frente a la inflación empuja a los hogares a financiar el consumo básico y, en muchos casos, a refinanciar sus saldos de tarjeta”. Este fenómeno refleja el creciente peso del endeudamiento en la economía doméstica y la dificultad de las familias para sostener sus niveles de gasto.

Un país con consumo en mínimos históricos

Lejos de mostrar signos de estabilidad, los indicadores económicos marcan una contracción generalizada del consumo y una caída del poder adquisitivo. Según el Centro RA, la economía argentina atraviesa una etapa de fuerte contracción, donde la tarjeta de crédito se convirtió en un recurso de subsistencia: se usa para comprar alimentos, no por promociones o beneficios, sino por falta de dinero en efectivo.

En este escenario, las familias priorizan los productos esenciales y postergan la compra de bienes durables, lo que impacta de lleno tanto en el comercio minorista como en el mayorista.