La percepción ciudadana sobre la situación económica en Argentina continúa siendo mayoritariamente negativa. Según un estudio realizado por Atlas Intel en coordinación con Bloomberg, el 68% de los argentinos considera “mala” la situación económica del país, mientras que más de la mitad (51%) evalúa del mismo modo la economía de su propio hogar.
El relevamiento, efectuado entre el 10 y el 15 de octubre sobre 6.526 casos en todo el territorio nacional, muestra además un creciente malestar con la gestión del Gobierno nacional y una intensificación de las preocupaciones sociales, con la corrupción y el narcotráfico al tope de las inquietudes.
Desaprobación en aumento y caída de la imagen presidencial
El estudio refleja que la desaprobación del Gobierno de Javier Milei alcanzó el 55,7%, el nivel más alto desde su asunción. En los últimos cinco meses, la valoración negativa subió cinco puntos, mientras que la imagen positiva cayó al 42%.
En cuanto a la evaluación general de la gestión, el 51,8% la califica como “mala o muy mala”, frente a apenas un 29,5% que la aprueba como “buena o excelente”.
El mercado laboral aparece como otro de los grandes focos de preocupación: siete de cada diez encuestados consideran que se encuentra en mal estado, y la inflación continúa siendo uno de los principales factores de descontento social, pese al discurso oficial centrado en el control de precios.
Corrupción y narcotráfico, las principales alarmas
La corrupción se mantiene como el problema más grave para los argentinos, con un 51% de menciones, seguida por el desempleo (33%) y los precios altos o la inflación (31%).
Sin embargo, uno de los datos más sobresalientes del informe es el crecimiento del temor por el narcotráfico, que subió del 10% al 16,1% en solo un mes. Atlas Intel atribuye esta suba a dos episodios recientes: el escándalo que involucró al ex candidato José Luis Espert por presunto financiamiento narco —que derivó en su renuncia— y el triple femicidio vinculado a una red narcocriminal, que conmocionó a la opinión pública.
Tensión social y perspectivas
El clima de tensión también se refleja en las expectativas sociales: el 34% de los consultados considera probable que aumenten las huelgas y protestas en los próximos meses. Este dato da cuenta de un escenario político y económico enrarecido, donde las percepciones negativas superan con creces las expectativas de mejora.
En contraste, la inmigración aparece como una preocupación menor para la mayoría. Solo el 28,1% la considera un problema relevante, aunque el estudio detecta una división en las actitudes hacia los inmigrantes venezolanos: el 46,5% se mostró a favor de recibirlos, el 24,6% en contra, y un 28,9% no tiene una postura definida.