Un proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados bonaerense propone la creación de un mapa interactivo del arsénico en el agua, una herramienta digital que permitirá monitorear y publicar los niveles de contaminación en toda la provincia de Buenos Aires. La iniciativa fue impulsada por Sabrina Sabat, legisladora del bloque Unión y Libertad, y plantea el desarrollo de una plataforma pública, gratuita e irrestricta para que cualquier ciudadano pueda consultar la calidad del agua que consume.
“La presencia de arsénico en el agua destinada al consumo humano es una crisis sanitaria silenciosa que afecta a vastas regiones de nuestro país, y en particular a la provincia de Buenos Aires”, advirtió Sabat al fundamentar el proyecto. El objetivo central, según explicó, es transparentar la información, prevenir riesgos para la salud y fortalecer el control ciudadano sobre las empresas prestadoras de agua.
Una crisis ambiental bajo la lupa
El proyecto toma como punto de partida un informe reciente del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), que reveló niveles de arsénico por encima de los límites tolerables en diversas localidades del país. En Buenos Aires, el estudio detectó concentraciones elevadas en municipios como Escobar, General Rodríguez, Marcos Paz, San Vicente, Brandsen, Cañuelas, Lobos, Navarro, Chivilcoy y Pergamino, entre otros.
El relevamiento también encendió las alarmas en zonas del interior bonaerense y la costa atlántica, incluyendo localidades como Junín, 9 de Julio, General Villegas, Mar de Ajó, Punta Médanos, Balcarce y Tres Arroyos.
Un sistema para prevenir y controlar
El Mapa Interactivo de Arsénico en Agua tendrá por objeto relevar, sistematizar y publicar datos actualizados sobre los niveles de arsénico y otros contaminantes en aguas de red y de pozo. Además, el sistema se nutrirá de la colaboración de organismos públicos e instituciones académicas, garantizando información científica y verificable.
Entre los propósitos de la ley, Sabat destacó la necesidad de:
“Esta ley no solo busca prevenir, sino también construir confianza y conciencia colectiva en torno a un derecho básico: el acceso a agua segura”, afirmó la diputada.
Si el proyecto prospera, la provincia contará por primera vez con una base de datos centralizada y abierta sobre contaminación por arsénico, una deuda pendiente en materia ambiental y sanitaria que impacta directamente en la calidad de vida de miles de bonaerenses.