En un nuevo capítulo de las disputas internas que atraviesan a La Libertad Avanza, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, marcó distancia del núcleo más cerrado del presidente Javier Milei y lanzó un mensaje directo a Santiago Caputo, el influyente asesor sin cargo formal que hoy concentra buena parte de las decisiones estratégicas del Gobierno.
“Hay actores del Gabinete o del equipo de gobierno que no están en el Gabinete, que no tienen responsabilidad de gestión y por ahí están tomando decisiones”, advirtió Francos en declaraciones radiales, dejando en evidencia el malestar que existe dentro del oficialismo por el poder informal de los asesores presidenciales.
El funcionario pidió que Milei “ordene la cadena de mando” y defina quiénes conducen realmente la gestión. “El Presidente tendrá que analizar y resolver qué rol juega cada uno”, sostuvo, y agregó: “Me parece que es bueno que los dirigentes que están participando del gobierno asuman responsabilidades”.
El mensaje apunta de lleno al rol que Caputo —considerado el cerebro de la estrategia comunicacional y política del mileísmo— ocupa en la toma de decisiones, sin responder ante los mecanismos formales del Estado. La crisis detonada por la ruptura con el diputado José Luis Espert, quien fue empujado a dejar su banca tras un conflicto con el oficialismo, reavivó las tensiones entre los funcionarios de gestión y los operadores que actúan “entre bambalinas”.
Francos reconoció que el episodio tuvo un costo político para el Gobierno: “Siento que nos dañó, sin duda. El Presidente tenía y tiene confianza, pero cuando se plantea una situación como esta, hay que analizar las consecuencias políticas”, expresó.
En su análisis, el jefe de Gabinete también buscó marcar territorio institucional, al destacar que las negociaciones con los gobernadores en la Cámara de Diputados fueron encabezadas por el ministro del Interior, Lisandro Catalán. “El acuerdo que se hizo con los gobernadores fue generado por el ministro del Interior”, subrayó, en un intento por reforzar la autoridad de los ministerios frente al poder de los asesores.
Por último, Francos fue tajante sobre el futuro político de Espert: “Más allá de la inocencia que uno pueda suponer, cometió muchos errores y dijo cosas que no se sostenían en los hechos. Eso necesariamente tiene que culminar en una renuncia a la banca”, concluyó.
El mensaje no solo desnuda la fragmentación interna de La Libertad Avanza, sino también la dificultad del Gobierno para institucionalizar su esquema de poder. Mientras Milei se apoya en un reducido grupo de asesores personales, funcionarios con peso político —como Francos o Catalán— reclaman mayor claridad en la toma de decisiones.