La gastronomía es parte de la identidad de San Pedro, y Pablo, al frente de Cantina Náutica, lo sabe muy bien. Radicado en la ciudad desde hace ocho años, asegura que el diferencial de la cocina sampedrina está en el uso de productos regionales y en la calidez de la atención. “La impronta se la dan los productos locales, su manufactura casera y un servicio más cordial y personalizado”, afirma.
Cantina Náutica funciona como concesión del Club Náutico, con una larga historia en la ciudad. Sin embargo, el desafío de Pablo y su equipo fue transformarla de la típica cantina de club en un restaurante de referencia para el turismo. “Estar a orillas del río y con la postal más emblemática de la ciudad es el valor agregado más representativo”, asegura.
Los pescados de río son la especialidad más buscada: pacú, dorado y boga encabezan la propuesta culinaria. Pero más allá del menú, la experiencia es integral. Desde los ventanales que regalan vistas únicas al Paraná, hasta el trato cercano y la atención en los detalles, todo está pensado para que el visitante viva un momento inolvidable. “No se trata solo de atender al cliente, sino de superar la expectativa con la que viene”, explica Pablo.
La versatilidad gastronómica de San Pedro, con opciones que van desde parrillas y cafeterías clásicas hasta patios de food trucks y restaurantes de campo, complementa la oferta turística de la ciudad. En ese escenario, Cantina Náutica busca ser un referente. “Estamos seguros de que mucho turismo tiene un concepto satisfactorio de San Pedro por la experiencia vivida en Cantina Náutica”, sostiene su dueño.
Pensando a futuro, el restaurante apuesta a seguir innovando y a potenciar su presencia en redes sociales, portales y espacios de difusión. “Hay muchos lugares donde se come bien. La diferencia está en ese plus, en ese romanticismo, en esa experiencia vivida que va más allá de lo tangible”, resume Pablo.