En medio de una fuerte avanzada del gobierno porteño contra los recicladores urbanos, el dirigente social Juan Grabois salió a respaldar la labor de los cartoneros y criticó con dureza el accionar represivo del Estado. “Estamos viviendo casi en un estado de sitio no declarado”, advirtió.
Durante una entrevista en Radio Provincia, Grabois se refirió a los recientes operativos contra recicladores urbanos en la Ciudad de Buenos Aires y sostuvo que los mismos deben entenderse como parte de un contexto de “deshumanización del momento”. En ese sentido, se negó a polemizar con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri: “No le respondí y no lo voy a hacer. Hay cosas con las que no me voy a subir a un ring partidario”.
El dirigente defendió con énfasis el rol de los cartoneros: “Tienen que luchar por sus condiciones laborales, más allá de a quién se enfrenten, ya sea Macri, Milei o quien sea. Están trabajando, no delinquiendo. Se están ganando el pan”.
Grabois lamentó los episodios de violencia registrados en las últimas semanas y apuntó contra el uso de fuerzas de seguridad para reprimir la protesta social: “Es inaceptable que se utilice el aparato estatal para maltratar a quienes están sufriendo, como jubilados, personas con discapacidad o trabajadores precarizados. Las fuerzas también están en una situación crítica, pero el Estado las manda a golpear al pueblo”.
Aunque reconoció que ya no participa de forma activa en el movimiento de recicladores urbanos, recordó que fue parte de su fundación y expresó orgullo por lo construido. “A veces hay que hacer silencio para que otras voces aparezcan, y por suerte hubo muchas que repudiaron lo que pasó”.
En coincidencia con el día de San Cayetano, patrono del trabajo, evocó también al Papa Francisco como referente espiritual y político: “Nos dejó un legado que tenemos que honrar: luchar por Tierra, Techo y Trabajo desde las periferias, desde abajo, cuidando a la madre tierra y poniendo la economía al servicio de los pueblos”.
Grabois fue más allá y denunció el endurecimiento del régimen político actual, al que calificó de ilegítimo: “En ningún país civilizado te pegan por protestar. El terrorismo psicológico que ejerce el presidente contra periodistas, dirigentes y políticos es intolerable. Hay una asimetría de poder brutal”.
Pese a ello, destacó que el coraje también se contagia: “Así como infunden miedo, también hay quienes inspiran valentía. Hoy, los jubilados y personas con discapacidad están contagiando coraje, y ojalá eso se expanda. Es necesario organizar la esperanza y defender la dignidad nacional, mientras ellos intentan robarla o cubrirla de deshumanización”.
Para cerrar, insistió en que la transformación social solo será posible con protagonismo popular: “Los cambios políticos reales los impulsa el pueblo, desde abajo y desde las periferias. No va a venir ningún Mandraque a resolver esto. Por eso los cartoneros tienen que seguir luchando por sus derechos, incluso en este contexto. Y otros tendremos que dar la batalla política contra este régimen inhumano”.