En un evento simbólico celebrado al pie del Cristo Redentor de Río de Janeiro, más de 230 universidades de Iberoamérica alzaron su voz este 24 de mayo para advertir sobre la urgencia de enfrentar la crisis climática. La declaración final del II Encuentro Sinodal de Rectores por el Cuidado de la Casa Común, en el marco del décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’, exige el ejercicio efectivo de una justicia ecológica, social y ambiental que atienda tanto el clamor de la Tierra como el de los pueblos más postergados.
La Universidad Católica de La Plata (UCALP) formó parte del encuentro a través de su rectora, la profesora Rita Gajate, y se sumó al compromiso colectivo de construir estrategias globales hacia la justicia climática. Las universidades participantes —provenientes de América Latina, España, Portugal y Reino Unido— integran la Red Universitaria para el Cuidado de la Casa Común (RUC), que impulsa esta iniciativa desde mayo pasado.
El documento final, titulado “Llamamiento Global desde Río de Janeiro: Universidades por la justicia climática”, no sólo ratifica el compromiso asumido en 2023 durante una audiencia con el Papa Francisco —quien las instó a "organizar la esperanza"—, sino que también fija una hoja de ruta rumbo a la COP30 de Belém, prevista para 2025 en Brasil.
Entre los puntos centrales del llamamiento, las universidades:
Reafirman su responsabilidad ética, científica, pedagógica e institucional ante una crisis climática que ya es una realidad y afecta principalmente a los sectores más vulnerables.
Proponen que, en el marco del Acuerdo de París, se considere la remisión de la deuda pública de los países menos industrializados como contrapartida de la deuda ecológica de los países desarrollados.
Invitan a todos los sectores —Estados, organismos multilaterales, empresas, pueblos originarios, comunidades religiosas y juventudes— a crear puentes de integración entre Norte y Sur, lo público y lo privado, en un diálogo intercultural y multisectorial.
Se comprometen a fortalecer una educación transformadora e integral que forme a nuevas generaciones con conciencia ecológica, social, cultural y espiritual.
“Este llamado no es un simple gesto simbólico. Es, sobre todo, un acto de conciencia y de acción colectiva”, concluye el documento. “No hay justicia social sin justicia ecológica. No hay futuro sin compromiso.”
El II Encuentro Sinodal de Rectores reafirma así el rol clave de las universidades en la transición hacia un mundo más justo y sostenible, y renueva la esperanza en la construcción de una agenda común de cuidado que una a los pueblos desde el conocimiento, la ética y la solidaridad.