La presión sobre los precios no da tregua, y la mesa de las y los argentinos vuelve a resentirse. En la segunda semana de abril, los precios de alimentos esenciales como frutas, verduras y, sobre todo, carnes, mostraron incrementos notables. La carne vacuna, insustituible en la cultura gastronómica local, fue el caso más emblemático: los aumentos alcanzaron hasta un 36% en algunos cortes, con un promedio general del 30%.
Entre el 7 y el 11 de abril, se observaron subas significativas en cortes tradicionales como el asado, la costilla, la carne molida especial, la blanda y el peceto, con incrementos que llegaron al 7%. Pero los aumentos no comenzaron esta semana. Desde marzo, los precios ya se venían ajustando de manera preventiva ante la inminente devaluación del peso, una tendencia que ahora se consolidó con el salto del dólar.
Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en marzo los precios de la carne ya habían subido un 7,7%, duplicando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de ese mes, que fue del 3,7%. El dato interanual no es menos alarmante: el precio promedio de la carne vacuna creció un 60,7%, superando también la inflación acumulada.
El último relevamiento realizado por este medio muestra los aumentos más fuertes desde los valores promedios de marzo hasta este martes. Algunos de los casos más destacados:
Roast Beef: de $9.759 a $13.300 (36%)
Carnaza común: de $7.381 a $10.100 (36%)
Cuadril: de $12.719 a $17.500 (33%)
Paleta: de $10.152 a $13.400 (32%)
Nalga: de $13.135 a $16.500 (25%)
Bola de lomo: de $11.871 a $15.200 (28%)
Lomo: de $16.687 a $19.500 (16,7%)
Tapa de nalga: de $10.342 a $12.400 (19,9%)
Los aumentos más pronunciados se registraron en los cortes más populares, mientras que los más caros, como el lomo, mostraron ajustes menores. Las diferencias también se acentuaron según la zona socioeconómica y el canal de venta. En barrios de ingresos altos los aumentos rondaron el 9,4%, mientras que en zonas de menor poder adquisitivo fueron del 8,8%. En carnicerías, los precios subieron un 7,4%, mientras que en supermercados el alza fue del 8,4%.
El aumento de precios no se limita a la carne vacuna. Otras carnes también mostraron incrementos, aunque algo más moderados. El pechito de cerdo aumentó un 3,7% mensual y el pollo fresco, que se ha vuelto una alternativa más accesible, subió un 4,3%. Aun así, en términos interanuales, el pollo acumula una suba del 44,7%. El precio de la media res, en tanto, tuvo una variación mensual del 6% y una suba del 58,4% respecto a abril de 2024.
En marzo, los cortes con mayores subas fueron el cuadril (10,7%), la carnaza común (10,5%) y la falda (10,1%). Por el contrario, los que menos variaron fueron la colita de cuadril y el bife ancho (5,5%), la tapa de nalga (5,8%) y la picada común y tapa de asado (6,3%).
Los especialistas explican que la economía real ya venía anticipando una devaluación, y con la concreción del salto cambiario, las remarcaciones se hicieron inevitables. El Gobierno había dispuesto un esquema de bandas cambiarias que contempla un techo de $1.400 por dólar, y el mercado ya ajusta sus expectativas de precios en base a esa proyección. Mientras tanto, el bolsillo de los consumidores enfrenta cada semana nuevos desafíos para mantener una dieta equilibrada.