Una multitud participó en la tarde de ayer de una movilización por la calles de la ciudad, en apoyo a los más de 220 empleados contratados a los que no se les renovó el contrato.
Organizaciones sociales, sindicales y empresarias azuleñas marcharon bajo la consigna de "No al cierre de Fanazul", luego de que el interventor Luis Riva confirmase que la planta dejaría de funcionar, trasladando su producción a alguna otra empresa.
El intendente Hernán Bertellys y un comité de crisis se habían reunido más temprano con Riva. En el encuentro, los presentes acordaron volver a encontrarse la semana que viene y la comitiva azuleña entendió que se abrió un canal de diálogo.
Sin embargo, desde ATE local consideraron que se trata de una maniobra del titular de Fabricaciones Militares, dependiente del Ministerio de Defensa nacional, para "dilatar" la discusión.
Vale recordar que son unos 220 vecinos los que se quedaron sin trabajo de un total de 254 empleados que tenía Fanazul. Los restantes (34) tenían planta permanente y serían reubicados en dependencias del Estado.