La diputada nacional del Frente de Todos, Fernanda Vallejos, indicó: “Naturalmente, quisiéramos, como todos los países del mundo, que la provisión de vacunas fuera mayor. La Argentina, en cada distrito, tiene capacidad para vacunar, y así viene sucediendo, en la medida en que las vacunas están disponibles”.
Y explicó: “No es un problema de la Argentina, ni tampoco del resto de los países. Lo que vemos es que hay un problema importante de oferta. Absolutamente, todos los laboratorios que producen vacunas están teniendo problemas en su escala de producción, mientras que, por supuesto, la demanda es enorme”.
Pero reconoció que la oferta, claramente, es insuficiente. “En este contexto complejo, lo bueno es que Argentina está pudiendo acceder a las vacunas a un ritmo que nos permite mantener de forma sostenida la vacunación”, añadió.
Vallejos describió: “Yendo a los datos concretos, nuestro país es el número 20 entre los que mayor cantidad de vacunas han recibido a nivel mundial. Esa lista la encabeza EEUU. En nuestro país, hasta el 18 de marzo se habían recibido 4.050.540 dosis, a las que hay que sumar las nuevas 330.000 dosis de Sputnik V, que llegaron el 19 de marzo y las 500.000 dosis también de Sputnik V que llegaron el lunes 22”.
“Las dosis que Argentina recibió equivalen al 6,2% del total contratado, que son 65.470.000 dosis. Estados Unidos, por ejemplo, recibió 11,32% de las dosis que contrató, unas 135.845.000 sobre 1.200.000.000 dosis. Por otro lado, Alemania contrató 339.800.000 dosis y sólo recibió el 2,61%, unas 8.863.000 dosis”, informó.
Y agregó: “Dentro del Hemisferio sur, Argentina es el cuarto país con mayor cantidad de dosis recibidas, después de Indonesia, Brasil y Chile.
Luego, si miramos la situación de nuestro país, en relación con la cantidad de población, estamos en una situación semejante a la de países europeos. Estamos hablando de un porcentaje de 8,96%, frente a 9,45% de Países Bajos, 9,79% de Bélgica u 11,45% de España”, sostuvo.
La legisladora nacional dejó en evidencia que lo que “indudablemente sobresale, en cualquier análisis, es la situación de desigualdad que ha quedado configurada a nivel global. Apenas 15 países pudieron recibir más del 10% del total de vacunas por las que firmaron contratos. Y, en ese contexto, hay una insoslayable concentración de la mayor parte de las vacunas entregadas en el Hemisferio Norte”.
Sobre la realización de las PASO de agosto, dijo: “Las opciones de correr hacia adelante el calendario electoral estuvieron presentes en el debate en todos los ámbitos de la política. No obstante, la fijación del calendario, tal como está planteado hoy, ha sido una definición que vino de la justicia, no del poder ejecutivo, ni legislativo”.
En relación al aumento de la pobreza y el desempleo en el país, Vallejos señaló: “La Argentina llegó a la pandemia en una situación económica y social muy delicada, con un nivel de endeudamiento externo insostenible y con indicadores de desempleo y pobreza alarmantes y desigualdad en avance, en un muy triste retroceso respecto de los valiosos avances que nuestra sociedad había construido en todos esos aspectos entre 2003 y 2015”.
Vallejos remarcó que “el deterioro durante el gobierno de Macri, se reflejó en la múltiple emergencia que se votó en diciembre de 2019, cuando la pandemia todavía no había irrumpido en el país. La pandemia, como lamentablemente ocurrió en todo el mundo -desarrollado y no- agudizó una situación económica y social que, en nuestro país, ya era grave antes de la pandemia”.
Y aclaró que para que haya crecimiento de la economía, “hay que impulsar el gasto autónomo o, de otra manera, que las familias tienen que consumir más y que el Estado tiene que invertir más. La inversión privada que, por supuesto, también necesitamos que crezca y mucho, viene como consecuencia de lo anterior, es inducida por el crecimiento de la demanda”.
Y se preguntó: “¿De dónde salen esos recursos para un mayor consumo privado y una mayor inversión pública? El Estado obtiene recursos a través de la recaudación de impuestos y, por otra parte, puede hacer uso de su soberanía monetaria.
Lamentablemente, además, nuestra economía está atravesada por el hecho de ser una economía bimonetaria, un fenómeno que para nada debemos dejar fuera del análisis. Esto quiere decir que, en Estados que no emiten moneda de reserva, que no tienen una Fed o un BCE, la soberanía monetaria está limitada. En nuestra economía eso es claro: mientras el peso es demandado como medio de cambio, el dólar tiende a suplir la función de reserva de valor”.
Vallejos planteó: “¿Cuáles son los resortes que tiene el Estado para impulsar el crecimiento de la economía? Los salarios de los trabajadores públicos, como personal de salud, docentes, científicos, investigadores, personal administrativo, como los que gestionan las jubilaciones y pensiones, etcétera. Eso es un resorte del Estado".
"Los ingresos asociados a la seguridad social, como la AUH, la AUE o, incluso, el salario social complementario, también son instrumentos. Las jubilaciones, más allá de que los aumentos están regidos por una fórmula que viene dada por una ley, el gobierno puede hacer uso de sus facultades para otorgar mayores aumentos o, indirectamente, al empujar hacia arriba los salarios públicos que, por otra parte, son los más atrasados, eso también tiene impacto en las jubilaciones de manera indirecta”, enfatizó
Además aseguró que no solo es una “señal para el sector privado, al cual también hay que impulsar para garantizar paritarias que aseguren el crecimiento real de los salarios, es decir, por encima de la inflación.
Otro resorte que tiene el Estado son las tarifas, cuanto menores son las tarifas, mayores los ingresos disponibles para volcar al consumo, una buena política de tarifas es salario indirecto. Estamos hablando de medidas que impulsen el consumo, medidas que eleven los ingresos entre los sectores con mayor propensión al consumo”.
En relación a la posibilidad de la vuelta de una fase 1 por la pandemia, la diputada, argumento: “Si apuntamos a las condiciones digamos, emocionales, psíquicas, espirituales de nuestro pueblo, hay un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes que arroja resultados muy valiosos que creo que ayudan a responder esta pregunta y entender el escenario en el que estamos parados. El 40% opina que las medidas deberían ser muy estrictas y otro 23% avala los aislamientos intermitentes”.
“En el mismo estudio, el 55% estuvo de acuerdo con volver a las restricciones de abril y otro 35%, aun en desacuerdo manifestó que las respetaría. Sólo un 10% afirmó que no estaría dispuesto a respetar las medidas de cuidado dispuestas por las autoridades públicas”, aseveró.
Por último Vallejos reflexionó: “Es decir que la mirada, tan difundida, de que “la gente está harta de las restricciones” no expresa la mirada de la mayoría, sino de una minoría, probablemente intensa y, sin dudas, sobredimensionada por y sobre representada en los grandes medios de comunicación que tienden a expresar, más bien, la mirada interesada de quienes desean sostener y aun incrementar su rentabilidad y para eso necesitan que todo siga como si nada, con cada trabajador y trabajadora en sus puestos de trabajo y, como condición necesaria para eso, con los chicos y las chicas en las escuelas, por ejemplo.
Este fenómeno también se pudo observar en el estudio, porque la mitad de los que proponen restricciones creen que su posición es minoritaria; y lo mismo ocurre a la inversa, la minoría que está en contra de toda restricción cree ser mayoría. En relación con la vuelta a clases presenciales, ocurrió lo mismo: el 77% pensaba que era mejor esperar a que estuvieran vacunados todos los docentes.
Como conclusión, no podría dejar de señalar que se trata de un tema complejo pero sin dudas estamos en condiciones, como sociedad, de asegurar que la mayoría no somos egoístas, que sí estamos dispuestos a sacrificar algo para cuidarnos y cuidar a los otros y que, sobre esa base, contamos con un cimiento firme para diseñar estrategias que tengan en su base el principio precautorio y la prioridad de salvar vidas frente a la inminencia de la segunda ola”, cerró.