
En un conflicto desgastado y tras el fracaso en las negociaciones durante todo el año, los docentes volverán a manifestarse con un cese de actividades. En total, los maestros bonaerenses realizaron en lo que va del año 29 paros, 27 de ellos en el marco del Frente de Unidad Docente.
La cantidad de jornadas de protestas, todo un récord en la provincia, parece ser la expresión más cruda de un conflicto que en todo el año no encontró salidas, y que incluso por momentos se profundizó con temas satelitales como los reclamos por infraestructura y la aplicación de descuentos por parte del Ejecutivo.
La semana pasada, tras el encuentro paritario, el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, aceptó que en 2018 hubo un "retroceso" en la mesa de negociación con los gremios y pidió que ambas partes "hagan su autocrítica".
"Les dije (a los referentes gremiales) al final de la reunión que tenemos que tomar como lección el retroceso de esta mesa de negociación ya que tuvimos 20 reuniones y no pudimos ponernos de acuerdo", señaló el titular de la cartera económica. Y agregó: "No estamos en un buen momento del diálogo".
Del otro lado, los sindicatos ya avisaron que en estas condiciones el inicio del ciclo lectivo (pautado para el 6 de marzo) será conflictivo. "Si así terminamos, así no empezamos", sintetizó el titular de Suteba, Roberto Baradel, la posición de los gremios.
A contrarreloj de fin de año, el Gobierno recibió el miércoles pasado nuevamente a los docentes y les hizo una oferta que consistió en un incremento del 2% sobre el salario de diciembre de 2017, lo que completa una suba anual del 32% (más un 1,7% por material didáctico). Además, ofreció un bono de $ 7.000 para los maestros en actividad y $ 3.500 para los jubilados; y un incremento del 20% para todo 2019.