
En el corazón de la provincia de Buenos Aires, se encuentra un destino que capturó la atención de los turistas y curiosos, ya que es conocido como el “Mar Muerto argentino”. Este lugar, con sus aguas salinas y playas extensas, ofrece una experiencia única en Sudamérica.
Su nombre remite al famoso Mar Muerto de Medio Oriente, y comparte las mismas propiedades naturales, con sus paisajes mágicos e impactantes, convirtiéndolo en un sitio ideal para visitar, hacer turismo y conectar con la parte interna de cada uno, mientras se contempla el movimiento del agua.
Este curioso lugar se encuentra en el Lago Epecuén, ubicado en la localidad bonaerense de Epecuén, a unos 500 km de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un humedal que destaca por su alta concentración de sal, alcanzando hasta 200 gramos de cloruro de sodio por litro, dependiendo de las condiciones climáticas como lluvias o vientos.
Gracias a este fenómeno, los visitantes pueden flotar sin esfuerzo, permitiendo una experiencia similar a la del Mar Muerto en Jordania. Una sensación verdaderamente fascinante para los amantes de la naturaleza.
Además, este lago contiene cerca de 30 minerales con propiedades terapéuticas, lo que genera un gran interés para los científicos que buscan explorar -y muchas veces explotar- sus beneficios. Sin embargo, es importante destacar que el agua de la costa no es apta para consumo, por lo que se recomienda seguir las indicaciones de los guías locales.
El Lago Epecuén no solamente cautiva por sus aguas, sino también por su entorno. Cuando las temperaturas bajan, el agua se cristaliza, creando un paisaje de una belleza surrealista que parece sacado de un cuadro, y sus amplias playas invitan a los turistas a relajarse con un paisaje totalmente vacío para ver el horizonte sin ningún tipo de distracciones. Este espectáculo natural, combinado con la tranquilidad del lugar, lo convierte en un destino soñado para quienes buscan paz y conexión con la naturaleza.
Quienes quieran visitar este impresionante lago, podrán gozar de actividades como:
Por último, cabe destacar que la mejor época para visitar este lugar es en verano, de diciembre a marzo para poder disfrutar de sus aguas cálidas. Además, se debe reservar alojamiento con anticipación, ya que, debido al incremento de popularidad de este destino, suele tener alta demanda.