
En medio del distanciamiento con el presidente Javier Milei y con miras a las elecciones de 2027, la vicepresidenta Victoria Villarruel inició una serie de recorridas por la provincia de Buenos Aires. Con un equipo renovado y el regreso de Claudia Rucci como armadora política, Villarruel apunta a consolidar su perfil en el principal distrito electoral del país.
La ruptura interna con La Libertad Avanza se hizo evidente tras una serie de desencuentros con el presidente, que incluyeron fuertes declaraciones públicas. Entre los hechos que agudizaron la crisis, se cuenta la visita de Villarruel a Isabel Perón y su posterior participación en un acto en la Catedral Metropolitana junto al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. La reacción de Milei no tardó: la acusó de traidora con la frase "Roma no paga a traidores", profundizando el conflicto.
Ante ese escenario, Villarruel reorganizó su equipo en la Cámara Alta tras la salida de Emilio Viramonte Olmos. Su lugar como titular del Observatorio de Derechos Humanos del Senado será ocupado nuevamente por Claudia Rucci, exdiputada nacional e hija del histórico dirigente sindical José Ignacio Rucci. La exlegisladora ya había desempeñado ese cargo, pero se alejó tras un cruce con la vicepresidenta en diciembre del año pasado, motivado por su intento de incorporar nuevos dirigentes al espacio.
Ahora, con Rucci reincorporada como figura central del armado bonaerense, Villarruel da el primer paso para construir una base territorial propia en la provincia. Desde su entorno intentan desactivar las lecturas electoralistas: “Son visitas protocolares, sin contenido político”, aseguraron.
La vicepresidenta ya estuvo a fines de mayo en Chivilcoy, donde fue recibida por el intendente Guillermo Britos, quien se mantiene alejado del kicillofismo y el cristinismo. Ese encuentro alimentó las especulaciones sobre un eventual armado peronista por fuera de las estructuras tradicionales en la provincia.
Además de Rucci, el equipo cercano de Villarruel incluye figuras como Carlos Olivelli, subdirector de Seguridad; el exmilitar Claudio Gallardo; y los hermanos Saturnino y Facundo Funes, este último a cargo de la Dirección General de Administración del Senado. Varios de estos nombres provienen del entorno de Guillermo Montenegro, exsocio político de Villarruel.