
El Ministerio de Capital Humano presentó los resultados de las Pruebas Aprender 2024 en el marco del Congreso Nacional de Alfabetización para Supervisores, y las cifras despertaron preocupación en toda la comunidad educativa: apenas el 45% de los estudiantes de tercer grado alcanzó el nivel de comprensión lectora esperado al finalizar el primer ciclo de la escuela primaria. Esto significa que más de la mitad de los niños y niñas en esa etapa no comprenden lo que leen de acuerdo a su edad.
El operativo de evaluación, desarrollado el 20 de noviembre de 2024, alcanzó una participación histórica: el 97,4% de las escuelas seleccionadas y el 86,9% de los estudiantes tomaron parte. En total, fueron evaluados 91.042 alumnos de 4178 escuelas públicas y privadas de todo el país.
Los resultados fueron presentados por la subsecretaria de Información y Evaluación Educativa, María Cortelezzi, quien detalló que la prueba se enmarca en el nuevo Plan de Alfabetización, e incluyó mejoras metodológicas sustantivas para una mejor caracterización de los niveles de lectura.
Resultados alarmantes por niveles de lectura
Los estudiantes fueron clasificados en seis niveles según su capacidad para leer palabras, oraciones y textos de diversa complejidad, tanto literarios como no literarios.
Niveles 1 y 2: el 30,5% de los alumnos se encuentra significativamente rezagado en su proceso de alfabetización. Este grupo apenas puede leer oraciones simples o textos breves con comprensión literal.
Nivel 3: el 24,5% de los estudiantes está en proceso de alcanzar las habilidades necesarias. Comienzan a comprender textos complejos de forma literal y desarrollan lectura inferencial básica.
Niveles 4 y 5: solo el 45% alcanzó la competencia lectora esperada. Dentro de este grupo, el 26,4% puede comprender textos complejos de manera literal, inferencial y reflexiva, y un 18,7% logra realizar inferencias complejas.
Un dato especialmente grave es que existe un grupo de alumnos “incipientes”, que ni siquiera fue puntuado. Son niños y niñas que solo logran leer palabras con apoyo de imágenes y están apenas iniciando la lectura de enunciados breves.
Desigualdad estructural: la lectura también es una cuestión de clase
El informe evidenció profundas brechas entre estudiantes de distintos niveles socioeconómicos y entre escuelas públicas y privadas.
En el sector estatal, apenas el 40% de los alumnos alcanza el nivel lector esperable, frente al 62% en las escuelas privadas.
Uno de cada tres estudiantes de escuelas públicas está rezagado, el doble que en las privadas.
Entre los sectores de menores recursos, el 44% de los estudiantes está muy por debajo de los niveles deseables, mientras que en las clases altas esa proporción se reduce a un 12,6%.
En las clases altas, el 66,8% de los estudiantes logró un nivel lector adecuado. En las medias, el porcentaje fue del 51%, mientras que en la clase baja y media baja, menos del 40% alcanzó los estándares esperados.
Condiciones pedagógicas y culturales: entre libros, celulares y redes sociales
El relevamiento también incluyó aspectos contextuales que permiten comprender parte del fenómeno:
El 76% de las aulas estatales cuentan con biblioteca, frente al 65,7% del sector privado.
A pesar de esto, solo la mitad de los alumnos afirma leer en su tiempo libre, mientras que el 80% prefiere ver videos cortos en redes sociales.
El uso de libros en clase y el préstamo a domicilio es más común en escuelas públicas, lo que puede deberse a una menor disponibilidad de libros en los hogares.
El acompañamiento familiar es alto (78,1%) pero más frecuente en escuelas privadas. La lectura por parte de los padres está más presente en el sector estatal (36,5%).
El acceso a dispositivos móviles también juega un rol significativo: el 83% de los estudiantes tiene acceso a celulares, y más de la mitad posee uno propio. Este contexto plantea desafíos adicionales para fomentar la lectura sostenida y la atención.
Desempeño por provincia: un panorama desigual
Las jurisdicciones también reflejaron fuertes diferencias en los niveles de lectura:
Mejor desempeño: Formosa (63,6%), Córdoba (58,8%), CABA (55,5%), San Luis (46,6%), Santa Cruz (47,2%) y Santiago del Estero (47%).
Peor desempeño: Chaco (34,2%), Neuquén (35,8%), San Juan (37%), Misiones (38%) y Entre Ríos (40,3%).