
Durante una emotiva sesión ordinaria de tres horas, presidida por la vicepresidenta Victoria Villarruel, el Senado de la Nación homenajeó este miércoles al papa Francisco, fallecido el lunes pasado en Roma a los 88 años. En el cierre, los legisladores aprobaron una declaración de pesar consensuada entre todos los bloques parlamentarios.
Mientras miles de fieles despiden los restos de Jorge Mario Bergoglio en la Basílica de San Pedro, la Cámara alta interrumpió su agenda legislativa para dedicar un tributo al primer papa argentino y latinoamericano, figura central del catolicismo mundial durante los últimos 12 años.
La sesión se abrió con la bandera a media asta, izada por el senador Alfredo De Angeli (Pro), y un minuto de silencio pedido por la tucumana Beatriz Ávila. La jornada fue parte de una semana cargada de homenajes en el Congreso, que incluyó un acto interreligioso en el Salón de los Pasos Perdidos y un homenaje previo en la Cámara de Diputados.
Las palabras de los senadores repasaron distintas facetas del legado de Francisco: su lucha por la paz, su impulso a los derechos humanos, su cercanía con los pobres y marginados, su apertura hacia otras religiones y su valentía frente a los abusos en la Iglesia.
El radical Maximiliano Abad lo definió como un “líder global que rompió estructuras y dio voz a los postergados”. Alicia Kirchner destacó que “eligió la pobreza, denunció abusos, y eligió al pueblo”. Guadalupe Tagliaferri lo evocó como “el evangelio encarnado”, y Luis Juez lo recordó con emoción: “Lo tironeamos de todos lados, pero era nuestro y no lo supimos valorar”.
En su intervención, la senadora Ávila lamentó los abucheos que recibió la vicepresidenta en una misa en Flores y sostuvo que “no supimos interpretar a Francisco”. “El papa no tenía camiseta política, aunque muchos quisieron ponérsela”, señaló.
También se mencionó su frustrado deseo de visitar la Argentina como Sumo Pontífice. “Francisco amaba la Argentina. No pudo venir siendo papa, temía ser factor de discordia”, sostuvo Carmen Álvarez Rivero.
Martín Lousteau citó las máximas que el papa repetía como guía de vida y acción política: “El tiempo es superior al espacio; la unidad prevalece sobre el conflicto; la realidad es más importante que la idea; el todo es superior a la suma de las partes”.
En el cierre, el formoseño José Mayans, jefe del interbloque Unión por la Patria, subrayó que “Francisco vive en el espíritu” y que fue elegido “para llevar el mensaje de Cristo a la humanidad”. Admitió que el país no siempre lo comprendió: “Una cosa era Bergoglio y otra el papa Francisco. Él ya tenía otra misión”.
La vicepresidenta Villarruel invitó a todos los legisladores a asistir a una misa en su honor este sábado a las 10 en la Catedral de Buenos Aires, presidida por el arzobispo Jorge García Cuerva. Para el acto se tomarán recaudos especiales tras los incidentes del lunes pasado en la Basílica de Flores.