La Chakana de Uribelarrea: un sueño enraizado en el amor y la tierra

Uribelarrea enamora. De eso no hay duda. Y si no, que lo diga la anfitriona de La Chakana, un alojamiento que nació mucho antes de tener forma, cuando ella se instaló en el pueblo en 2007, con la certeza de que algún día, ese amor a primera vista se convertiría en algo más grande.

“Yo vi desde un primer momento las cabañas. En mi mente existieron mucho antes que las condiciones externas estén dadas”, cuenta. Y la historia tomó impulso en 2013, cuando conoció a Roberto, su compañero de vida. “Sincrónicamente, él también soñaba con tener cabañas en algún lugar de Buenos Aires. La idea se sincronizó, se alinearon las condiciones externas como lo fue el crecimiento del turismo en Uribe y nuestra economía”.

Así nació La Chakana, como una verdadera extensión del amor que los une. El nombre no es casual: hace referencia a la cruz andina, símbolo de los pueblos originarios que representa la conexión entre el cielo y la tierra. “Nos recuerda que somos seres del cielo (espirituales) enraizados en nuestra madre Tierra (materiales)”, explica.

Esa filosofía también se traduce en la experiencia que ofrecen a cada huésped. “Queremos que se conecten con la naturaleza, oigan los pájaros, vean la fauna que nos rodea: liebres, cuices, vacas, caballos, lagartos. Que puedan bajar varios cambios y disfrutar de otra manera lo sencillo de la vida: las noches estrelladas, el atardecer, incluso la lluvia que resalta los aromas de los más de 200 árboles, arbustos y flores que hemos plantado”.

Pero el descanso no está reñido con el confort: La Chakana cuenta con dos grandes piscinas, más de 10.000 m² de parque, aire acondicionado, parrillas, plaza de juegos, laguna, y espacios pensados para familias, parejas o grupos que quieran vivir el campo con todas las comodidades.

En este contexto, la Fiesta del Costillar del 1º de mayo representa una oportunidad especial. “Ingresan muchos turistas, es una gran ocasión para que más personas nos conozcan”, señalan. Y dejan una invitación clara: “Si querés disfrutar de la fiesta, la música y la comida, pero también de la tranquilidad y la paz del campo, alojate en La Chakana y contemplá los mejores atardeceres”.

Uribe sigue enamorando. Y La Chakana es una de esas razones por las que siempre se quiere volver.