
El diputado Gustavo Pulti reflexionó sobre la profunda trascendencia del Papa Francisco. “El desafío es que la limitación de las palabras no le eche sombra a la dimensión del personaje”, expresó.
Para el legislador, el legado del Papa no se agota en sus gestos o discursos, sino que “comprometió su palabra e intelecto para interpelar a la humanidad entera”. En ese sentido, valoró su capacidad de crítica ante la cultura de la cancelación, y su propuesta de ver en un cartonero “a un guardián del medioambiente” como un fuerte símbolo de su humildad y el amor hacia los más vulnerados.
También destacó su posicionamiento frente a conflictos bélicos globales y su postura sobre la deuda con el medio ambiente, las diversidades y las mujeres. “Nos dejó la felicidad de un cura que no se perdió camino a Roma, que entregó hasta el último día una vocación inigualable”, cerró Pulti.