
Con el objetivo de garantizar una protección más humana y respetuosa de la identidad de niñas, niños y adolescentes que atraviesan situaciones de vulnerabilidad, la diputada bonaerense Silvina Vaccarezza presentó un proyecto de ley para implementar en la provincia el Sistema de Familia del Corazón. La iniciativa busca ofrecer contención en ámbitos familiares alternativos, de forma transitoria, para favorecer el desarrollo integral de las infancias sin que pierdan el lazo con sus orígenes.
“El objetivo es brindar atención, protección y cuidados de manera transitoria a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad y riesgo social”, sostuvo Vaccarezza. La propuesta apunta a consolidar un sistema que fortalezca las redes de afecto, promueva el apego seguro y evite la institucionalización, respetando la historia e identidad de cada niño o niña.
Actualmente, la provincia cuenta con el Programa Familias Solidarias, que promueve el acogimiento familiar temporal. Sin embargo, la diputada considera que elevar esa experiencia al rango de ley le dará mayor visibilidad al problema, institucionalizará el compromiso de los actores involucrados y permitirá un abordaje más integral.
“El programa es una herramienta muy buena, pero dotarlo al sistema en el marco de una ley brindaría mayor visibilidad a la situación y fomentaría más responsabilidad en todos los actores involucrados”, explicó.
El proyecto propone la creación del Registro de Familia del Corazón, donde podrán inscribirse familias interesadas en brindar acompañamiento a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Una vez verificada la situación de riesgo por parte de la justicia, será un juez de familia —o quien cumpla sus funciones— quien requerirá al Registro la designación de una familia adecuada, de acuerdo con el perfil y las necesidades del menor.
Antes de disponer el ingreso a una Familia del Corazón, el juez deberá procurar que el niño o adolescente quede a cargo de un familiar dentro de su familia extensa. Solo si esta posibilidad no es viable, se avanzará en la designación de una familia del programa. En lo posible, se buscará que esta familia resida en la misma zona donde vivía previamente la persona vulnerada, para evitar una ruptura abrupta con su entorno social y cultural.
El acogimiento bajo el Sistema de Familia del Corazón tendrá un plazo máximo de seis meses, prorrogable por otros seis en caso de ser necesario. El carácter transitorio del vínculo busca garantizar que no se reemplace el rol de la familia de origen, sino que se acompañe el proceso de restitución de derechos mientras se trabaja para su reintegración familiar o una solución definitiva.
La propuesta legislativa se enmarca en un enfoque de derechos que prioriza el interés superior del niño, evitando respuestas institucionalizantes y promoviendo formas más amorosas y respetuosas de cuidado. “Estamos pensando en un sistema que contenga, acompañe y dé herramientas, pero que sobre todo respete la identidad, los tiempos y los vínculos de cada niño y niña”, concluyó Vaccarezza.