
Tras la confirmación del presidente Milei sobre el inicio de la tercera fase del programa económico del Gobierno nacional, las entidades representativas del agro y la agroindustria expresaron un respaldo unánime a la decisión de levantar el cepo cambiario y reducir la brecha entre el dólar oficial y el paralelo.
La medida, que implica la implementación de una banda de flotación para el tipo de cambio —que se ubicará entre los $1.000 y $1.400—, fue interpretada como un paso clave hacia la normalización de la macroeconomía por parte del sector rural.
“El fin del cepo abre un nuevo horizonte para el sector agropecuario”, celebró Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), y recordó que “este es un reclamo que veníamos llevando adelante desde hace muchos años”. Según Pino, la eliminación de estas restricciones permitirá atraer más inversiones y garantizar una mayor estabilidad económica. Además, advirtió que la brecha cambiaria “produjo tanto daño en las producciones regionales como los derechos de exportación”.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), su presidente Carlos Castagnani también valoró la medida: “Todo camino que apunte a estabilizar la macroeconomía, ordenar las cuentas públicas y recuperar la confianza es positivo para el país”, afirmó.
Andrea Sarnari, presidenta de la Federación Agraria Argentina (FAA), se sumó al apoyo y enfatizó el impacto que tuvo la brecha cambiaria en los pequeños y medianos productores: “Nos distorsiona el precio de lo que producimos, nos coloca en estado de desventaja y sin competitividad con el mundo”. A esto sumó que los derechos de exportación han sido “mecanismos que nos ponen en crisis”. Para Sarnari, salir del cepo representa “un paso adelante en normalizar la economía” y sostuvo que existe una alta expectativa de que esto se traduzca en mejoras significativas en los precios que perciben los productores.
Desde el Consejo Agroindustrial Argentino y la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), también manifestaron su respaldo a la medida que consideran clave para dinamizar las exportaciones y consolidar una hoja de ruta clara en materia fiscal, monetaria y cambiaria.
El campo, que desde hace años reclama por una mayor competitividad y reglas de juego claras, recibió con entusiasmo el anuncio del Gobierno, al considerarlo un punto de inflexión para reactivar las inversiones y recuperar la confianza del sector productivo.