viernes 18 de abril de 2025
- Edición Nº2326

País

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Milei aseguró que "se eliminó el cepo cambiario para siempre"

El mandatario nacional confirmó este viernes por la noche en cadena nacional el “fin del cepo cambiario” y proclamó el cierre del proceso de “saneamiento macroeconómico”.



La declaración coincidió con la confirmación de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por USD 20 mil millones, de los cuales 12 mil millones ingresarán al país el próximo martes. “Eliminamos el cepo para siempre”, afirmó Milei en lo que definió como el “último eslabón” de la cadena de restricciones que mantenía “atada” a la economía argentina desde hace más de una década. El mandatario se esforzó por mostrar el actual momento como un punto de inflexión histórico, señalando que “por primera vez en 120 años” el país tiene orden fiscal, monetario y cambiario al mismo tiempo.

Además, habló de la situación económica a nivel mundial, a raíz de las medidas proteccionistas tomadas por el presidente Donald Trump y los coletazos de las mismas. En ese marco Milei aseguró que: “tenemos los deberes hechos para enfrentar cualquier tipo de volatilidad”.

FMI Superávit y ajuste

La cadena nacional se retrasó hasta pasadas las 22:30, a la espera del visto bueno del Board del FMI. Según detalló el propio Milei, el nuevo acuerdo implica una Facilidad Extendida por USD 20.000 millones, de los cuales USD 15.000 millones estarán disponibles libremente en 2025. De ese monto, USD 12.000 millones se desembolsarán este 15 de abril. Además, el Gobierno prevé incorporar otros USD 5.600 millones provenientes de organismos multilaterales y del BCRA mediante un REPO. Con este respaldo, Milei aseguró que las reservas del Banco Central llegarán en mayo a los USD 50.000 millones, lo que permitiría —según su mirada— “respaldar todos los pesos existentes en la economía”. Este argumento apuntó a sostener una de las premisas centrales de su plan: que, con una moneda respaldada, la inflación “no tiene otro destino que colapsar”. Además, estimó que: “en los próximos días vamos a un nivel en donde el dólar iría desde 1000 a 1400 pesos”.

El presidente también aprovechó para reafirmar su compromiso con el equilibrio fiscal, al que definió como la piedra angular de su gestión. “Somos uno de los cinco países del mundo que sólo gastan lo que recaudan”, enfatizó, en un claro guiño al FMI, cuya directora gerente, Kristalina Georgieva, recibió agradecimientos personales en el discurso. En ese marco, celebró a los “87 héroes” —en referencia a los diputados que blindaron sus avanzadas en el Congreso, por haber “defendido el superávit fiscal” y haber impedido “la vuelta de la demagogia populista”.

El costo del ajuste

A pesar de remarcar que el ajuste “recayó casi en su totalidad sobre el Estado”, las cifras oficiales y la realidad social muestran otra cara. En los últimos meses, la contracción del consumo, el incremento de la pobreza y el deterioro de los ingresos marcaron una caída drástica del poder adquisitivo, especialmente entre los sectores medios y bajos. De hecho, el mismo viernes que Milei realizó su discurso, el INDEC publicó el índice de inflación de marzo, que se ubicó en un 3,7%, por encima de lo proyectado por el Gobierno, y apuntó a “políticos y economistas que generaron pánico durante las últimas semanas”. Aun así, el mandatario insistió en que el país transita un proceso de “desinflación” y que los ingresos “se están revalorizando”.

En su visión, este sería el punto de partida para una nueva etapa. “Han quedado asentadas las bases para el crecimiento sostenido”, sostuvo, y pronosticó un piso de crecimiento del 4,5% anual, “más lo que se obtenga de las desregulaciones y reformas estructurales”.

El relato del “milagro argentino”
A tono con el estilo que lo caracteriza, Milei volvió a plantear su gestión en términos casi mesiánicos. Habló de que “rompimos la rueda de la desilusión y el desencanto”, de que “el tren del progreso está en marcha” y que la Argentina “por fin tiene el país que se merece”. Incluso se permitió una referencia bíblica: “Como dicen las sagradas escrituras, los últimos serán los primeros”.

En ese sentido, reforzó la idea de que el “milagro argentino” no sólo es posible, sino inminente. “Pronto el mundo hablará de crecer a tasas argentinas”, afirmó, pese a que los indicadores actuales todavía muestran una economía en recesión, con alta informalidad laboral y un fuerte deterioro del mercado interno.

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