
En medio de la creciente tensión dentro del peronismo bonaerense, Cristina Fernández de Kirchner analiza la posibilidad de postularse como diputada provincial por la Tercera Sección Electoral. Este distrito, que abarca municipios estratégicos como La Matanza, Lomas de Zamora, Lanús y Avellaneda, representa el corazón del peronismo en la provincia de Buenos Aires.
La exmandataria deslizó esta opción durante una cena, este fin de semana con dirigentes en un camping del sindicato de trabajadores de la ANSES. La jugada, que se daría en respuesta a la posibilidad de que el gobernador Axel Kicillof desdoble las elecciones provinciales de las nacionales, busca condicionar a los intendentes que apoyaron esa medida.
El peso político de una candidatura en la Tercera Sección
En este distrito, se eligen 18 diputados provinciales y, en una buena elección, el peronismo puede obtener entre 8 y 10 bancas. Si Cristina encabeza la lista, podría asegurarse el control absoluto de las candidaturas peronistas en la región. Pero el impacto político no terminaría allí: una victoria de su lista también le permitiría definir la conformación de los concejos deliberantes en los municipios, dejando a los intendentes sin margen de maniobra y a tiro de destitución, según analiza LPO (La Política On Line).
Dos de los intendentes que sentirían con mayor fuerza el peso de esta jugada son Fernando Espinoza (La Matanza) y Jorge Ferraresi (Avellaneda), quienes se encuentran entre los firmantes del pedido de desdoblamiento electoral. Con el avance de Cristina, podrían perder el control de sus listas y ver debilitado su liderazgo local.
Cálculo político y necesidad de fueros
Además del factor político, una candidatura provincial le garantizaría a Cristina Kirchner fueros, en un contexto en el que la Corte Suprema podría ratificar su condena en la Causa Vialidad. En la provincia de Buenos Aires, los desafueros han sido extremadamente raros: el único antecedente registrado data de 1937, cuando el diputado radical Mario Bessone fue desaforado tras asesinar a otro legislador en los pasillos del Senado.
El dilema de los fueros se suma a otro conflicto central en la interna peronista: la relación entre Cristina y Kicillof. Mientras la expresidenta se preparó para enfrentar a la Corte Suprema, la disputa con el gobernador la incomoda. Según dirigentes cercanos al kirchnerismo, su malestar con Kicillof es mayor que con la propia Justicia.
Una interna con consecuencias a nivel nacional
En ese marco, el gobernador Axel Kicillof enfrenta una difícil decisión. Por un lado, busca evitar ser una figura decorativa dentro del peronismo y garantizarse margen de acción para gobernar y sostener su armado político. Por otro, su iniciativa de desdoblar las elecciones ha encendido alarmas dentro del kirchnerismo, que ve en este movimiento una amenaza a su poder territorial.
Sergio Massa, quien ha intentado mantener un equilibrio en la disputa interna, sintetizó el conflicto en una frase dirigida al gobernador: "Sabés que pasa, Axel, yo enfrenté a Cristina cuando la tenía de acá a China, vos la estás pateando cuando está en el piso".
Mientras tanto, la incertidumbre crece en la provincia. En las próximas semanas, si el desdoblamiento se confirma, podríamos ver un realineamiento de los intendentes peronistas, que podrían moderar su entusiasmo por la medida y retomar el discurso de la unidad partidaria.