
Infomiba realizó un informe con productores de seguro locales que brindaron un detallado panorama. Para Roberto Estrella, administrativo del área de seguros y cofundador de AMC Consultores junto a María Cané productora matriculada, la mayoría de los seguros contratados en la zona están orientados únicamente a cumplir con requisitos legales mínimos, sin contemplar coberturas específicas para desastres naturales por lo que el panorama frente “al día después”, es menos que poco alentador.
Baja conciencia aseguradora y cobertura limitada
"La conciencia aseguradora en nuestra zona es tremendamente baja. En Bahía Blanca no existe el interés por contar con una cobertura que proteja el patrimonio", afirmó Estrella. Según sus estimaciones, el 70% de los seguros en el mercado local están destinados exclusivamente a permitir la circulación de vehículos, mientras que los seguros de hogar son muy poco contratados.
Este patrón quedó en evidencia en desastres recientes. En diciembre de 2023, cuando un tornado impactó la ciudad, y gran parte de los afectados no contaban con coberturas que incluyeran protección contra huracanes, vendavales y tornados: “Hay un porqué para eso, no somos una zona de huracanes o tornados entonces gran parte de los daños no se llegaron a cubrir con las compañías aseguradoras”. En febrero de 2025, una fuerte granizada volvió a exponer las carencias en la elección de pólizas: "Muy pocos autos tenían cobertura contra granizo, y las que existían muchas veces eran con límite de indemnización", explicó Estrella. “En el mercado tenemos y nosotros operamos esas compañías cobertura de granizo hasta el límite del valor asegurado es decir hasta lo que vale el auto Esa es la cobertura que sirve porque los talleres de pintura buenos estaban cobrando $20,000 por bollo por marca de granizo. No es por culpa del productor ni del asegurado, tiene que ver con la situación económica”, enfatizó
El factor económico y el acceso a coberturas integrales
El bajo nivel de contratación de seguros más completos no es solo un problema de falta de previsión, sino también de capacidad económica. "Todos los autos deben tener un seguro obligatorio, pero no todos los clientes pueden pagar más de 45.000 pesos al mes", sostuvo Estrella. Esto lleva a que la mayoría opte por pólizas de responsabilidad civil, que no cubren daños por eventos climáticos extremos.
En el caso de los hogares, la situación es similar. "La gente asocia el seguro de hogar solo con la protección contra robos. Y en los barrios de clase media y alta, el robo no es percibido como un riesgo real", explicó el productor de seguros. Esto hace que las coberturas contra inundaciones o granizo sean poco comunes.
Respuestas de las aseguradoras y dificultades operativas
Las compañías de seguros han comenzado a tomar medidas para mitigar los daños en la comunidad. "Libra Seguros”, por ejemplo una empresa que trabaja en el sur bonaerense, decidió bonificar tres cuotas a los asegurados de automóviles y hogares afectados por la inundación", como estrategia comercial, comentó Estrella . Sin embargo, pese a la respuesta rápida de algunas empresas (con tiempos de pago inferiores a 30 días), la falta de infraestructura en ciertos rubros complica la reparación de los daños. "El gran cuello de botella está en los talleres de chapa y pintura, y en los servicios de limpieza de interiores de vehículos, que no son frecuentes en la ciudad", detalló.
Otro problema surge con los vehículos declarados en destrucción total. Algunas compañías están optando por indemnizar solo una parte del valor del auto, dejando que el asegurado se haga cargo de gestionar la venta del vehículo a desarmaderos autorizados. "Algunas compañías están pagándole al asegurado una parte y le dejan el vehículo no se lo retiran y le dicen que negocie con lo que se llamó frente que son los desarmaderos autorizados para comprar ese auto Pero eso obviamente implica la baja del vehículo y la baja del vehículo implica patentes y multas al día siempre hablando de vehículos que por lo menos estén pagando una cobertura de casco y destrucción total”, advirtió Estrella
En cuanto al impacto sobre la zona de productores rurales en Bahía, marca diferencia, ya que al tratarse de grandes extensiones, contratan otro tipo de seguros, que contempla cuestiones vinculadas a este tipo de fenómenos: “es un nicho muy específico que se dedica a abrir tranqueras”
Las inundaciones en Bahía Blanca dejaron expuesta la falta de conciencia aseguradora y la crisis económica inciden en la capacidad de los ciudadanos para acceder a coberturas adecuadas. Mientras las aseguradoras intentan responder a la emergencia, el desafío a futuro será generar una mayor cultura de prevención para evitar que eventos como estos continúen golpeando el patrimonio de miles de personas sin protección suficiente.