La funcionaria provincial analizó las perspectivas de la actividad turística al cierre de la primera semana de 2025 en diálogo con Futurock. Además destacó que la temporada arrancó más tarde de lo esperado debido a las condiciones climáticas y los feriados de fin de año que no favorecieron una salida masiva.
“El clima, con abundantes lluvias en las últimas semanas de diciembre, y los feriados en ‘días sándwich’ impidieron que mucha gente se tomara un descanso prolongado”, explicó Martínez y alertó sobre un panorama de consumo limitado: “Si bien hay movimiento, la realidad es que no se gasta”.
Menos turismo popular, más desigualdad
Martínez analizó el fenómeno que se presenta actualmente en terminos de accesibilidad a un derecho tan importante como los es el esparcimiento a través del turismo: “En esta temporada, las clases medias y populares están prácticamente ausentes, y vemos una concurrencia aproximadamente un 30% menor en playas como Pinamar”.
En contraste, los destinos más caros registran mayor ocupación. “Cariló tiene mejor desempeño que Pinamar; Mar de las Pampas supera a Gessell, y en Mar del Plata, los hoteles de 4 y 5 estrellas están más llenos que el resto”, ejemplificó, destacando que el turismo masivo, promovido por gestiones anteriores, hoy es casi inexistente.
También se refirió al incremento de viajes al exterior, teniendo en cuenta la competitividad frente al precio del dólar: “Esto no es algo nuevo de enero, sino que comenzó en noviembre, con un aumento del 40% en los viajes internacionales. Es una franja muy reducida de personas las que pueden hacerlo, lo que refleja las desigualdades sociales”.
Falta de apoyo nacional
La secretaria de Turismo remarcó que la falta de políticas de promoción nacional por parte del gobierno nacional es un factor clave en el actual panorama: “Nuestra moneda perdió competitividad, y las provincias estamos trabajando solas en la promoción de nuestros destinos”.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, Martínez detalló las estrategias impulsadas junto al Banco Provincia, que incluyen beneficios en alojamiento con cuotas sin interés, reintegros en transporte, descuentos en espectáculos y promociones a través de Cuenta DNI. “Tratamos de poner algo de dinero en los bolsillos de la gente con estas iniciativas”, afirmó.
Cambios en los hábitos vacacionales
Entre las tendencias actuales, Martínez destacó la reducción en la duración de las estadías: “Lo que antes eran vacaciones de siete días ahora se redujo a un promedio de cuatro días y tres noches. Esto está directamente vinculado al poder adquisitivo de las personas, golpeado por salarios atrasados y aumentos de precios”.
Además, señaló que las reservas son cada vez más espontáneas y a último momento. Sin embargo, las perspectivas no son alentadoras: “La situación es alarmante, especialmente para las ciudades turísticas, cuya economía depende de la cadena virtuosa de prestadores que sostienen el empleo no solo en verano, sino durante todo el año”.
Por último, Martínez habló sobre el comportamiento del consumo: “Vemos un turismo ‘gasolero’, con menor gasto en comercios y gastronomía. Por otro lado, los restaurantes de alta gama mantienen sus niveles de demanda”.
La funcionaria cerró con un llamado de atención sobre la necesidad de un enfoque que contemple tanto el turismo masivo como la sostenibilidad económica de los prestadores.