La expresidenta y actual líder del Partido Justicialista (PJ), Cristina Fernández de Kirchner, participó este domingo de un acto por el Día de la Militancia Peronista en Santiago del Estero. Junto al gobernador local Gerardo Zamora y del vicegobernador y líder del PJ santiagueño, José Emilio Neder.
Cristina Fernández de Kirchner, exmandataria y actual presidenta del Partido Justicialista, pronunció un enérgico discurso en Santiago del Estero, donde enfatizó la importancia del Estado en la economía. “El Estado no es el enemigo, es la solución”, afirmó.
En este sentido recordó que “el peronismo no vino a echar a nadie, vino a reemplazar un modelo que dejaba afuera a gran parte del pueblo y lo hizo con alegría” y agregó: “Después vinimos nosotros en 2003 a reemplazar el modelo de la dictadura”, comparó.
Haciendo referencia al 2001, Cristina subrayó que “el país se cayó, nos dejaron 39 muertos en la Plaza de Mayo”, y destacó que el peronismo, “siempre viene para sanar lo que nos deja el libre comercio”.
Fernández de Kirchner también resaltó logros históricos de los gobiernos peronistas, como el pago del “corralito” y el desendeudamiento con el FMI. En respuesta a acusaciones de ser anticapitalista, defendió su gestión: “Nunca me van a hacer arrepentir de nada, porque creo en un país que tiene que ser para todos y todas.” Además, subrayó el papel del peronismo en la defensa de los derechos humanos, recordando que su lucha contra los fondos buitre fue una defensa no solo económica, sino moral.
En un tono irónico, criticó a Javier Milei, mencionando su cercanía con “millonarios” y sugiriéndole que reflexione sobre las implicaciones de sus políticas: “No se puede esperar que quienes tienen un patrimonio inmenso entiendan las necesidades de los que menos tienen.”
Fernández de Kirchner hizo un llamado a la militancia política, destacando que el compromiso colectivo es esencial para avanzar en la lucha por causas justas.
“La verdadera militancia no busca el beneficio individual, sino el bienestar común”, apuntó, citando las enseñanzas de Juan Domingo Perón y Néstor Kirchner.
Finalmente, apeló a un diálogo constructivo entre quienes tienen diferencias, enfatizando la necesidad de humildad y la urgencia de construir un país que merezca ser vivido.
“Es tiempo de reconocer nuestros errores y hacer las rectificaciones que sean necesarias para sanar nuestras divisiones”, concluyó.