
Durante la reunión, se abordaron los permisos de servidumbre de paso necesarios de los frentistas ubicados sobre la ruta.
Stadnik explicó que la calidad del servicio de agua en la ciudad depende de dos elementos críticos: la distribución y la provisión. Con la obra de cierre de mallas en el Sector Oeste, se busca optimizar la presión del agua.
Actualmente, Casares recibe agua de los pozos de 9 de Julio y del acueducto de Moctezuma, aunque el jefe comunal denunció que hay “muchas pérdidas en ese trayecto de 30 km”. De los 800 m³ por hora que se bombearían, solo llegan 400 a la ciudad.
Por este motivo, Stadnik resaltó la necesidad de un nuevo acueducto, el cual facilitará la entrega de agua potable necesaria para la ciudadanía, especialmente durante los meses de verano, cuando la demanda es mayor, concluyendo así con los problemas de escasez que se han presentado históricamente en la región.