Las ventas minoristas PyMEs retrocedieron 7,3 % anual en mayo, a precios constantes, y acumulan una caída de 16,2 % en los primeros cinco meses del año.
Hubo mayor estabilidad en los precios al público en mayo, pero con otros costos como energía, combustible, alquileres, salarios, en alza, lo que complicó la rentabilidad del empresario. Algunos manifestaron estar financieramente asfixiados.
En el análisis por rubro, cinco de los siete sectores evaluados tuvieron disminuciones en comparación con el mismo período del año anterior. Solo textiles e indumentaria y calzados escaparon de la tendencia general, aunque con bases de comparación bajas.
Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.251 comercios minoristas del país, realizado entre el 3 y 7 de junio.
En mayo, cinco de los siete rubros registraron caídas interanuales en sus ventas. La mayor retracción anual se detectó en perfumerías (-27,8 %) y tuvieron aumentos textil e indumentaria (+14,1 %) y calzados (+0,4 %).
En lo que hace a “alimentos y bebidas”, las ventas bajaron 9,4 % anual en mayo, a precios constantes y acumulan un descenso del 20,9 % en los primeros cinco meses del año, frente al mismo periodo de 2023.
Los aumentos de precios fueron mucho más modestos que meses anteriores, aliviando la dinámica diaria de las remarcaciones y mejorando el ánimo del consumidor. De todos modos, se sucedieron situaciones donde los compradores llegaban al mostrador y dejaban productos porque no tenían crédito en las tarjetas o el valor excedía el monto del efectivo en la cartera del cliente.