Cinco películas patrias para festejar el 25 de mayo

Entre locro y pastelitos, podemos ver películas sobre historia argentina disponibles de forma gratuita en YouTube y Cine.ar Play.

Abarcan un arco de cien años, desde La Revolución de Mayo (1909), considerada la primera película argentina argumental, hasta Revolución. El cruce de los Andes y Belgrano (2010), en las que Rodrigo de la Serna y Pablo Rago interpretan a José de San Martín y Manuel Belgrano, respectivamente.

La Revolución de Mayo (1909)

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Escena de "La revolución de mayo".

Considerada la primera película argumental argentina, este filme del inmigrante italiano Mario Gallo se estrenó un 23 de mayo de 1909: por eso, en esa fecha se conmemora el Día del Cine Nacional. El filme original estaba dividido en quince cuadros, cada uno de ellos precedido por un cartel, de los cuales se conservan sólo nueve.

En este filme mudo se relatan los sucesos que tuvieron lugar en Buenos Aires en la Semana de Mayo, entre el 22 y el 25 de mayo de 1810. Telones pintados representan las diversas locaciones, cuenta con las actuaciones de unos tales Eliseo Gutiérrez y César Fiaschi, y unos cuantos extras, para representar el antes, el durante y el después de la gesta de Mayo.

La guerra gaucha (1942)

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Escena de "La guerra gaucha", con Enrique Muiño.

Dirigida por Lucas Demare y protagonizada por Enrique Muiño, Francisco Petrone, Ángel Magaña y Amelia Bence entre otros, transcurre en 1817 en la provincia de Salta en el contexto de las acciones de guerrilla de los gauchos partidarios de la independencia, bajo el mando del general Martín de Güemes, contra el ejército regular realista que respondía a la monarquía española.

Homero Manzi y Ulyses Petit de Murat son los autores del guion, basado en el libro homónimo de Leopoldo Lugones, integrado por cuentos que narran las hazañas y derroteros de los gauchos de Güemes en su intento por frenar el avance de los realistas desde el Alto Perú entre 1814 y 1818.

En su libro La época de oro. Historia del cine argentino, Domingo Di Núbila la consideró "la película de más éxito del cine argentino, y también una de las mejores".

El santo de la espada (1970)

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Alfredo Alcón es "El santo de la espada".

Leopoldo Torre Nilsson dirigió esta biografía de José de San Martín basada en la novela homónima de Ricardo Rojas, con guion de Beatriz Guido y Luis Pico Estrada. Alfredo Alcón interpretó al Libertados, mientras que también tuvieron papeles destacados Evangelina Salazar (Remedios de Escalada), Lautaro Murúa (Bernardo O’Higgins), Ana María Picchio (Mulata Jesús) y Héctor Alterio (Simón Bolívar).

La película narra la vida del general desde su arribo a Buenos Aires en 1812 hasta su exilio definitivo de la Argentina. Con exteriores filmados en Mendoza, se muestran varias de las batallas más destacadas del proceso de independencia de Argentina, Chile y Perú.

Revolución. El cruce de los Andes (2010)

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Rodrigo de la Serna como San Martín en "Revolución. El cruce de los Andes".

Rodrigo de la Serna es José de San Martín en esta película que muestra la campaña para liberar a Chile de los realistas en 1817. La historia está contada con flashbacks en los que el gran prócer es visto desde la admirada distancia de un personaje secundario: un personaje (ficticio) que, ya anciano, le cuenta a un periodista cómo fue haber participado de aquella epopeya durante su juventud. Rodada principalmente en la cordillera, la película de Leandro Ipiña luce una fotografía y una edición de sonido logrados.

Belgrano (2010)

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Valeria Bertuccelli y Pablo Rago en "Belgrano".

Pablo Rago interpreta a Manuel Belgrano en este telefilme de Sebastián Pivotto. El guion, de Juan Pablo Domenech y Marcelo Camaño, se centra en los últimos diez años de vida del creador de la bandera argentina. En 1810, cree que es posible reemplazar la autoridad real –Fernando VII, prisionero de las tropas napoleónicas– por la de una comunidad de hombres virtuosos identificados con la patria. Esta convicción guía la práctica política y militar de Belgrano. Luego llegarán las batallas ganadas, las derrotas, el desencanto, la indisciplina, y el replanteo permanente de sus fuerzas y de sus aptitudes para continuar con la gesta.