El intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, abrió el 109° Periodo de Sesiones en el Concejo Deliberante con un fuerte tono político y crítico hacía la gestión anterior del gobierno nacional, a quien responsabilizó por la situación actual del país. Además destacó que su gobierno va a ser aún más austero y que no le va a temblar la mano.
En el inicio de su discurso dejó en claro que "los gobiernos prohibicionistas, paternalistas que ponen trabas constantemente no van más, necesitamos gobiernos valientes y que no les teman a los cambios, que sepan que entre la sinergia entre lo público y lo privado salen cosas maravillosas, que entiendan que hay que eliminar burocracia, y que cuando hay mucha oferta se genera competencia".
En este sentido, manifestó que hay que ser absolutamente austeros y tener los números ordenados, y que hay que trabajar en conjunto para poder lograr los objetivos. "No me creo un iluminado, ni tengo la verdad revelada, mis decisiones son siempre basadas en mi escucha, también a la oposición", indicó. Además, Montenegro remarcó que "la escucha sirve para tomar mejores decisiones. A mí solo me hace enojar y mucho cuando alguien pone palos en la rueda por una cuestión política o electoral, sea del partido que sea, y ahí no me gusta escuchar".
Al referirse a la situación actual del país, cuestionó fuertemente al anterior gobierno nacional, donde aseveró que "estamos atravesando momentos complejos y duros como resultado de años de derroche, de no pensar en la gente y pensar en ganar elecciones. El año pasado asistimos a la mejor exposición de esa estrategia burda y estamos pagando las consecuencias, que nadie se hace el desentendido".
En este contexto, enfatizó que "en el 2023 la gente votó claramente un cambio en la Argentina porque demostraron que las estrategias burdas no los engañan más. Los argentinos nos cansamos. Hoy tenemos que ayudar a que a la Argentina se encause porque en este barco estamos todos los argentinos. Hay que terminar con los privilegios de la política".
Por último, le pidió el cuerpo legislativo que acompañe la austeridad y el trabajo público y privado para poder generar más trabajo. "Necesitamos que cada vez haya más trabajo", subrayó Montenegro.
Fuertes críticas a ABSA desde Bahía Blanca
En tanto, el intendente de Bahía Blanca emitió su primer discurso como intendente de esa ciudad, y en su alocución afirmó que su intención es construir una relación respetuosa y colaborativa con el cuerpo deliberativo.
Acto seguido hizo referencia al 16 de diciembre y a cómo impactó el devastador temporal. “Nos hizo reaccionar instintivamente, sin pensar, con actos reflejos individuales y colectivos. Una comunidad que reacciona como Bahía en una situación tan extrema demuestra su alma y su linaje. Sin quejarnos, en silencio, unidos, con resiliencia y solidaridad fuimos capaces de ponernos de pie”, enfatizó.
El jefe comunal remarcó que pese al temporal y al contexto desafiante de la economía nacional, quiere cumplir con el compromiso de gobierno y de gestión: “Una ciudad que vuelva a traer inversiones y que sea capaz de transformar las inversiones en empleo, infraestructura y mejor calidad de vida de las y los vecinos”.
También se dirigió directamente a las y los concejales: “tenemos que construir los puentes, necesitamos respetarnos, respetar nuestras legitimidades y trabajar por Bahía Blanca. Conozco el juego de la política y de las redes sociales, pero no voy a entrar en esos lugares”, expresó. Les agradeció a las y los ediles, además, por la aprobación de pedidos de emergencias que solicitó el Ejecutivo tras el temporal porque permitieron que el Municipio cuente con herramientas para gestionar la crisis.
Asimismo les planteó la compleja situación que atraviesa el servicio de agua potable que presta ABSA en Bahía Blanca. “ABSA es un formato que le quedó cómodo a la política, pero a los bahienses nos va muy mal. La empresa está lejos de ser lo que la ciudad necesita”, recalcó.
Luego al igual que lo hizo durante la campaña electoral y al asumir la intendencia se refirió a los grandes desafíos que tiene Bahía Blanca en “el tramo final” del camino que la llevará a cumplir 200 años.