Su llegada a OpenAI y la creación de ChatGPT
En 2018, Mira Murati, de orígen albanés, fundó la compañía junto a Altman, Ilya Sutskever, el científico jefe, y Greg Brockman, el presidente de la empresa. Fue una de las figuras más importantes en la creación de la tecnología que sustenta ChatGPT y Dall-E, el generador de imágenes de la empresa.
Para ese momento, OpenAI era un labotatorio sin fines de lucro, sin embargo, luego se convirtió en una compañía comercial. Murati ingresó como vicepresidenta de inteligencia artificial aplicada, luego asendió a vicepresidenta senior de investigación, productos y asociaciones y, en 2022, se convirtió en directora de tecnología.
Durante una entrevista con la revista Weird, la Ingeniera Mecánica hizo mención del impacto que puede causar la herramienta creada por ellos mismos: "Va a cambiar industrias enteras, la gente lo ha comparado con la electricidad o la imprenta".
En ese sentido, explicó que es importante comenzar a incorporarla de a poco dentro de la sociedad y pensar desde ahora en "leyes de derechos de autor, de privacidad, la gobernanza y la regulación".
Regulaciones para la IA, una de las principales preocupaciones
Según Murati, una de las cosas que les preocupa son los modelos que tendrán lo que ellos llaman "capacidades peligrosas". En diálogo con la revista Fortune, explicó que esa tecnología afectará a la política internacional y es algo que se podría comparar con un arma nuclear.
Por esa razón, es necesario "crear una regulación que lo mitigue", afirmó. Mira Murati sostuvo que es optimista al creer que la irrupción de la inteligencia artificial será algo bueno para el futuro, pero también cree que "un mal uso puede hacer que ocurran cosas realmente horribles, incluso eventos catastróficos".
De todas formas, para Murati, la posibilidad de que esto suceda es muy pequeña, aunque es algo en lo que hay que pensar y señaló que "aún quedan muchos problemas difíciles por resolver".