viernes 26 de julio de 2024
- Edición Nº2060

País

Memoria, Verdad y justicia

Repudio a la provocación de Villarruel: “La ex ESMA no está para el disfrute sino para la memoria”

Distintos referentes de organismos de Derechos Humanos, salieron al cruce de la propuesta de la candidata Victoria Villarruel sobre su "visión amplia de los derechos humanos" que tuvo como corolario la sugerencia de convertir la Ex ESMA y los organismos que allí se encuentran emplazados, en un espacio público para “disfrute” de toda la población.



En una polémica entrevista reciente, la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, generó una gran controversia al referirse a la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), actualmente conocida como el Museo Sitio de Memoria ESMA, un espacio dedicado a la memoria y a la defensa de los Derechos Humanos.  En ese marco, Villarruel expresó que las 17 hectáreas que ocupa la ESMA podrían ser utilizadas para destinarlas a la construcción de escuelas, argumentando que es una necesidad fundamental para el pueblo argentino. Sus declaraciones han generado una fuerte reacción, ya que considerar esta transformación significaría desconocer la historia y el propósito de este sitio, que ha servido como centro clandestino de detención, tortura y desaparición de personas durante la última dictadura militar en Argentina.

La ESMA es actualmente uno de los principales lugares de interés en Argentina, albergando  en su espacio nada más y nada menos que el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, el Centro Cultural Haroldo Conti, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECUNHI), el Edificio 30 mil compañeros presentes, el ex Polígono de Tiro, el Salón de los Pañuelos Blancos y el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur, entre otros.

 “Villarruel está proponiendo lo mismo que Menem en 1998”, alertó Valeria Barbuto, representante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en el directorio del Espacio Memoria y Derechos Humanos –exESMA. “Es una política que atrasa 30 años y que fue resistida desde los organismos de derechos humanos, la justicia, la sociedad y las políticas públicas. Esta propuesta viene de la mano con el intento de desmontar el proceso de justicia por crímenes de lesa humanidad. No es honesta. No se preocupa por la sociedad y esconde el único objetivo, que es la impunidad”.

La banalización de los crímenes

Las declaraciones de Victoria Villarruel han sido recibidas con gran preocupación y rechazo por parte de la sociedad, ya que implicarían una banalización y falta de respeto hacia las víctimas del terrorismo de Estado y hacia la importancia de mantener viva la memoria histórica.

En ese sentido, ha provocado escozor en un amplio sector por el uso del verbo “disfrutar” para referirse a la ESMA. “No está para el disfrute sino para mantener la memoria de los crímenes que cometieron los marinos en el lugar”, afirmó a medios nacionales Osvaldo Barros, sobreviviente de ese campo de concentración e integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD).

“Fueron los genocidas que ella visitó y visita quienes disfrutaron de cometer los delitos de lesa humanidad que se perpetraron ahí”, afirma Guillermo Pérez Roisinblit, que nació en ese centro clandestino y después fue apropiado. “El pueblo argentino va a la exESMA a aprender y ejercitar la memoria para que el Nunca Más sea efectivo después de tantos años”, añade.

Patrimonio de la humanidad

Todo el predio de la Avenida del Libertador está alcanzado por una medida de no innovar dictada por la justicia federal, que impide que sea alterado sin la autorización de un juez. Hay una protección especial para el que fuera el casino de oficiales –donde estuvieron miles de personas secuestradas y que, desde 2015, funciona como un museo de la memoria. La protección especial vino de la mano de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que en septiembre pasado declaró al lugar como patrimonio mundial.

“La ESMA ya no es de los argentinos, sino de la humanidad”, aseveró Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos de la Nación. “A diferencia de lo que plantea Villarruel, acá se puede conocer la historia reciente y cómo fue la resistencia a la dictadura así como disfrutar lo que pudo conquistar la sociedad argentina en materia de derechos humanos”.

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