viernes 26 de julio de 2024
- Edición Nº2060

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Cuál es el ejercicio que detiene el envejecimiento de las neuronas

Numerosos estudios corroboran que existe una actividad física muy común en los seres humanos, que ayuda fuertemente a detener el deterioro cognitivo habitual en la tercera edad.



Recientes estudios de la neurociencia afirman que cerca de los 40 años, el equilibrio es una habilidad vital asociada con la longevidad y la calidad de vida. Y eso es lo que brinda principalmente el baile, la actividad que literalmente detiene el envejecimiento y el deterioro físico-cognitivo.

Según se diagnosticó, el 20 por ciento de las personas mayores de 50 años no podían mantener el equilibrio sobre una pierna durante 10 segundos. Esto se correlacionaba con un riesgo dos veces mayor de muerte en una década, nada menos.

Las clases de ballet, justamente, se centran en el equilibrio con una sola pierna o en mantener el equilibrio mientras se transfiere el peso de una posición a otra.

“No conozco muchas disciplinas que puedan entrenar las extremidades inferiores como lo hace el ballet”, afirma Madeleine Hackney, profesora asociada de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory.

Numerosos estudios demuestran que, alrededor de los 40 años, el equilibrio es una habilidad vital asociada con la longevidad y la calidad de vida, ratificó una investigación difundida, indicó Dorie Chevlen, en un artículo de The New York Times.

Mientras que el yoga y pilates ofrecen un entrenamiento de flexibilidad y fortalecimiento del core similar, el ballet ofrece una variedad más amplia de movimientos. “Saltamos en el aire, nos levantamos hasta ponernos de puntillas y bajamos lo más que podemos. Comprende toda la gama de lo que el cuerpo humano puede hacer”, enfatizó Henckey.

El ballet también ofrece beneficios cognitivos

En un estudio financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, las personas que bailaban varias veces a la semana tenían un riesgo 76 por ciento menor de demencia.

“Hay que recordar la secuencia de pasos y cómo hacerlos. Cognitivamente, uno está involucrado tratando de recordar todo eso e intentando coordinar con la música”, se puntualizó.

Jane Howard-Martin estudió ballet desde la escuela primaria hasta la edad adulta, pero después de una pausa de 40 años, dijo: “Me preocupaba volver atrás y ser muy crítica conmigo misma, no poder hacer lo que antes sí podía”.

“Persuadir a los posibles estudiantes para que entren al estudio es un obstáculo porque muchos perciben el ballet como algo exclusivo para los jóvenes y los hiperdelgados”, señala Michael Cornell, fundador de Align, una escuela de ballet para adultos en California.

“Hemos estado tratando de eliminar esa toxicidad de la clase de ballet para ser abiertos, inclusivos, solidarios y diversos”, replica. Sumado a eso, les dice a los estudiantes que usen ropa cómoda en lugar de comprar un equipo de ballet.

“La inclusión también significa dar la bienvenida a las personas con diferencias físicas”, enfatiza Ronald Alexander, instructor de Ailey Extensión en la ciudad de Nueva York. “Si se tienen lesiones o un problema de rodilla, pie o tobillo, podemos trabajar con esto”, agrega.

En estas clases, si un estudiante tiene problemas para completar una pirueta completa, lo alienta a intentar media vuelta o un cuarto de vuelta. Si eso es demasiado difícil, les hará mantener el equilibrio sobre una pierna durante tres segundos.

“Lo difícil fue aceptar el hecho de que iba a fracasar una y otra vez y que las cosas me saldrían mal delante de la gente”, cuenta Joe Seely, un actor de 60 años que comenzó a bailar hace una década.

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