
La legisladora del Parlasur y militante feminista del partido radical contó que en su casa “siempre se militó dentro del radicalismo y nunca sintió discriminación en el seno familiar pero la vivió después, paradójicamente, en la llegada de la democracia.
Alfonsín ganó con más del 50% del electorado femenino, pero no se veía reflejada la representación política a las mujeres en ningún partido. “Ahí surgió mi interés de luchar por la participación de las mujeres en la política”, añadió.
Storani aseguró que “aún estamos lejos de una sociedad igualitaria porque es muy difícil cambiar culturalmente el patriarcado y por más que avanzamos muchísimo en lo formal y en legislaciones, no se ve reflejado en el día a día”.
Storani sostuvo: “La pobreza nos aleja mucho más de una sociedad igualitaria. Para colmo las mujeres son las más pobres de las pobres y eso también forma parte de la lucha de género”.
Ser feminista, ¿un pecado?
Acerca de los sectores de la sociedad que rechazan el feminismo, la legisladora aseguró que “hay un fenómeno que no es solo de Argentina ni del cono sur ni de la región sino que también está ocurriendo en Europa, donde existe un avance en contra de los derechos de género. Aquí estamos en buen momento al haber sido protagonistas de grandes legislaciones pero sí hay una corriente difícil de rebatir que se fortaleció después del debate del aborto y que intenta hacernos sentir mal por ser feministas”. Enseguida señaló que “a mí no me resulta difícil llamarme feminista; de hecho actualmente estoy como observadora de una misión del Parlasur para la elección de Paraguay y me presento en todos los organismos a donde voy como feminista política de mi partido. Esto no acusa ningún contragolpe… “, dijo entre risas”.
“Con la paridad no tenemos todo ganado”
Consultada por la implementación de la ley de paridad, la dirigente radical señaló que “si hay mayor participación de las mujeres en las listas”, y aclaró que “teniendo paridad no tenemos todo ganado”. En ese sentido consideró que “aún cuesta mucho que se cumpla la ley y que esté representada por mujeres militantes porque, muchas veces, se cumple con la paridad de cualquier manera. De todos modos, es un avance que en Argentina tengamos paridad, salvo en Tucumán y Tierra Fuego”, reconoció.
“No veo que lleguen más feministas a las bancas legislativas, incluso en algunas provincias cuando se aplica la ley de lemas, retrocede la paridad, por ejemplo en Neuquén donde solo hay un 15% de representación femenina. Ahora, si ese porcentaje es feminista no lo veo así pero tampoco está mal, ya se irá perfeccionando. De todos modos, hay que arrimar a todas las mujeres posibles a la política”, añadió.
El orgullo por la ley de matrimonio igualitario
“Para mí es un orgullo haber sido parte del debate por el matrimonio igualitario porque costó muchísimo y la trabajamos muy bien. Recuerdo que el radicalismo estaba partido en dos, al igual que la Cámara de Diputados. Trabajamos codo a codo con las peronistas, socialistas, con todos los partidos. Estas alianzas transversales existieron también con la ley del aborto. Se recorrió todo el país y dimos el debate y fue una experiencia increíble”, relató Storani.
En ese sentido, reconoció que “en la Argentina hay un antes y un después de la ley del aborto porque fuimos un ejemplo de trabajo social y de lo que se generó con los jóvenes en las universidades y en todos los ámbitos sociales. Fue un debate popular con un rol definido de las mujeres políticas y feministas. Fue un ejemplo para todos los países latinoamericanos, cuando hay algunos que están muy lejos de lograrlo como Paraguay”.
“No creo que Cristina Fernández sufra violencia política”
Por último, la diputada se refirió a la figura de la Vicepresidenta asegurando no creer que Cristina Fernández “sufra violencia política”. Sin embargo, manifestó que “sí sufrió un atentado que catalogamos como espantoso que, tal vez tenga que ver con pensar en vapulear a una mujer importante con un significado hacia la sociedad para que aprendamos a que también se pueden meter con mujeres importantes”.
Sobre las políticas de género del gobierno nacional, se manifestó de manera contundente: “El kirchnerismo banalizó y bastardeó el Ministerio de las Mujeres porque a pesar de tener muy buenos proyectos no le llegó a la gente de las provincias” y sugirió que “ante todas las conquistas, hay volver a reunirse para monitorear el cumplimiento de todas las leyes como sucede el grupo ‘Ojo paritario’ que observa si se cumple o no la paridad”, cerró.