
Los equipos incorporados consisten en lupas binoculares, que permiten la detección y análisis de sus huevos y larvas en una Unidad Sanitaria Ambiental (USAm) de Cuenca Baja, una de Cuenca Media y una de Cuenca Alta. Además, se sumaron balanzas de precisión como parte del equipamiento básico de los laboratorios. Las tres sedes (Avellaneda, Marcos Paz y Merlo) forman parte de la Red de Laboratorios del organismo. Allí se encuentran en desarrollo laboratorios ambientales para hacer análisis sencillos en matrices ambientales, principalmente de agua, a escala domiciliaria. Ahora, podrán consolidarse también como observatorios de Aedes aegypti.
El equipamiento y conformación de los laboratorios se enmarcan en el convenio con el Grupo de Estudios de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a través del cual se brindarán capacitaciones para la recolección de larvas, registro y geolocalización de criaderos y en el uso del instrumental. De esta manera, se podrá contar con un registro de la presencia del Aedes aegypti desde el estadio de larva, que es importante porque es cuando se lo puede controlar a través de la eliminación del criadero.
Al respecto, el presidente de ACUMAR, Martín Sabbatella destacó que: "seguimos ampliando las herramientas y capacidades del organismo para prevenir daños a la salud de la comunidad y mejorar la calidad de vida en la Cuenca. Los nuevos equipamientos se suman a las acciones que ya están en marcha, como los talleres de sensibilización que realizamos para infancias el mes pasado" .
La iniciativa forma parte de la puesta en valor y el fortalecimiento de las USAm, que son espacios descentralizados de ACUMAR en los que se realizan tareas de promoción de la salud y prevención de enfermedades en articulación con los gobiernos locales.