
El municipio de Ramallo es gobernado por el intendente del PRO, Gustavo Perié, socio con acciones minoritarias del mandamás de Pergamino, Javier Martínez, y adversario político de los poderosos vecinos de San Nicolás.
También es una ciudad donde habitan dirigentes de fuste y experiencia como los exintendentes radicales Ariel Santalla y Roberto Filpo, cuyo hijo Juan Filpo se enfrentó a Perie obteniendo una cómoda e inesperada minoría no imaginada dentro de PRO local.
Por otro lado, se nota el armado del sector de Santilli donde, supuestamente, juega Perie. Los santillistas de la primera sección abrieron locales con ansias de presentar lista propia. Para sumar condimentos, el viernes pasado, Gustavo Perié visitó Pergamino con parte de su gabinete; mientras miembros de su gobierno acompañaban a otro candidato a gobernador en una reunión seccional en la ciudad de Zárate.
La ciudad lindante al río Paraná, es visitada asiduamente por gestores y operadores políticos de varios grupos. Desde la gente de Kubar, hasta el dialoguista Novelli, pasando por el diputado Pascualini o la activa militancia de Evolución Radical. Sin contar los hilos que siempre se mueven desde San Nicolás y que la cobertura pergaminense no puede evitar.
A todo esto, hace poco se le sumó un episodio que sorprendió a propios y ajenos, cuando se votaba en el Consejo Escolar la vicepresidencia. La mayoría de Juntos propuso para el cargo a un exfuncionario del intendente radical Ariel Santalla, José Rodríguez, pero, sorprendentemente, solo votó acorde a lo propuesto una nobel consejera, Pilar Cuttiani. En tanto, las consejeras que responden al Departamento Ejecutivo, entre ellas, la presidente, Di Fulvio (PRO) acompañaron la candidatura del Frente de Todos, líder de SUTEBA.
Situación que todos descuentan responde a un arreglo del Intendente con unos de los gremios más combativos contra la gestión PRO y de Juntos entre 2015 y 2019.
Lo sucedido no tardó en divulgarse y, tal cual, como definen fuentes de la UCR local que prefirieron el anonimato, "la situación con Perie es irreversible y los radicales que lo acompañan, ya no son del partido, creen que es una vecinal”.
Por su parte, entre los amarillos hubo desconcierto, ya que se trató de una mala jugada. Los que están virulentos son los halcones, que aunque minoritarios, se hacen oír. Sin dudas, Ramallo es una ciudad colmada de fisuras en el poder político, sin olvidar que es un distrito donde las últimas elecciones ejecutivas se han resuelto por menos de 80 votos.
En la última, el intendente Perie enfrentó una crisis con el sindicato de trabajadores del Estado pero logró retomar el diálogo con el sector de Cristian Ritondo, y mantiene su convicción de jugar con el diputado nacional, Diego Santilli, lo que significaría la vuelta de la armonía al distrito. En esta circunstancia el más dolido es el sector del radicalismo, fuera del ejecutivo municipal.