La senadora Flavia Delmonte presentó un proyecto de Declaración, donde manifestó su “preocupación y repudio frente a las medidas que evalúa implementar el Gobierno provincial respecto al sistema educativo bonaerense, puntualmente en el régimen académico de los alumnos y alumnas del nivel secundario, haciendo énfasis en la posibilidad de dejar de lado la repitencia de los cursos como consecuencia de no adquirir los conocimientos necesarios en una cierta cantidad mínima de materias”.
Delmonte fundamentó que “como es de público conocimiento, durante el transcurso de la pandemia generada por el coronavirus se fueron analizando y tomando medidas excepcionales en materia educativa a los fines de flexibilizar ciertos criterios para lograr contrarrestar las enormes adversidades, frente a las cuales se encontraba la comunidad educativa en su conjunto. Una de ellas fue la posibilidad de adeudar hasta seis materias e igualmente poder promocionar el curso, lo que comúnmente llamamos ‘pasar de grado”.
La senadora continuó explicando que “dichas medidas, entendemos, debían ser excepcionales y temporales por el contexto adverso de dicho momento. En ese orden de ideas, todos somos conscientes de la necesidad de rediscutir el sistema educativo bonaerense en su conjunto, y que esa discusión debe versar sobre la calidad de la educación, los diseños curriculares y las condiciones en las cuales nuestros docentes se encuentran frente al aula”.
Concibe que son debates y reformas que deben darse con una enorme “responsabilidad y seriedad, toda vez que se trata de garantizar un derecho fundamental consagrado en nuestra Constitución Nacional, Tratados Internacionales con Jerarquía Constitucional y en nuestra Constitución provincial, que hace al desarrollo social, cultural y económico de las personas, que nos permite adquirir conocimientos que se van a constituir en herramientas indispensables para una vida social plena”.
En su análisis, la senadora radical por la V Sección Electoral, sostuvo que la pandemia dejó al desnudo muchas desigualdades del sistema actual, agudizadas por medidas adoptadas sin ningún tipo de criterio por parte del Gobierno. Escuelas cerradas y una enorme brecha digital hicieron que las consecuencias en muchos casos sean prácticamente irreparables, dado que los efectos dañosos de la no presencialidad en aulas ampliaron los márgenes de desigualdad, por lo cual estamos convencidos que es central concebir a la calidad educativa como una política de Estado”.
Finalmente, considera que medidas como las que las autoridades provinciales en materia educativa se encuentran analizando “no serán efectivas, sino que solo se tratan de ‘parches’ que en nada contribuyen a la mejora del sistema”.