sábado 12 de octubre de 2024
- Edición Nº2138

#DeTodoUnPoco

Ambiente

¿Cómo nos transformamos en consumidores responsables?

Antes que nada: no es de un día para el otro. El proceso es largo y siempre se puede mejorar. Sigamos los consejos que se adapten a nuestra rutina, incorporemos hábitos de a poco y no nos desesperemos. Lo más importante es cambiar nuestra forma de consumir, aunque sea de a poco.



Consumir responsablemente no significa no comprar nada, arranquemos por ahí. Ser un consumidor responsable implica pensar antes de comprar: pensar si lo necesitamos, si podemos pedirlo prestado, cuántas veces lo vamos a usar, si podemos reutilizar algo que ya tenemos en casa, de qué material está hecho, qué pasa cuando ya no lo usamos más, etc. Son muchas preguntas que resultan abrumadoras al principio pero una vez que las incorporamos, vamos a saber cuándo y cómo comprar.

¿Qué es el consumo sustentable? "Se trata de hacer más y mejor con menos", explican desde Consumers International y aclaran que no hay una única forma de hacerlo: "Puede ser la reconsideración de una compra y en su lugar reutilizar algo ya existente o elegir un producto con impacto beneficioso en el medio ambiente o a nivel social".

En esta nota te vamos a ayudar a entender qué debemos priorizar a la hora de comprar (si es necesario) y otras alternativas de consumo. 

  • Observar nuestros hábitos de consumo: ¿en qué gastamos?, ¿qué estoy comprando?, ¿cuánta ropa compro al año?, ¿cuántas cosas para la casa?, etc.
  • Dejar de seguir cuentas en redes sociales que nos inciten a comprar. Ver constantemente productos nuevos y lindos nos generan esa “necesidad”. Si no los vemos, es probable que ese impulso a comprar no aparezca.
  • Hacer una lista de las cosas que necesitamos (o eso creemos): tenerla durante algunas semanas y ver si seguimos “necesitando” eso. 
  • Antes de comprar, preguntarnos: ¿Puedo reutilizar algo que ya tengo en casa?, si lo voy a usar una vez ¿se lo puedo pedir prestado a alguien?, ¿lo puedo comprar usado? 
  • Si vas a comprar algo nuevo hay que preguntarse de qué está hecho, de dónde sacaron esos materiales (si son de fuentes controladas y que intentan mitigar o reducir el impacto ambiental), buscar que el producto este hecho de material reciclado, reciclable, biodegradable o con productos renovables, comprar a comercios locales y no importados. 

Algo clave a la hora de ayudar al planeta es tener en cuenta las tres R de la ecología: reducir, reutilizar y reciclar. Es una guía para saber qué nos conviene hacer y a qué le damos prioridad. Tal vez creías que lo mejor que podías hacer por el medio ambiente era reciclar, pero hay acciones aún más útiles y que no consumen mucho tiempo. Como todo, hay que incluirlo en la rutina hasta transformarlo en un hábito.

Reducir es lo ideal. Lo mejor que podemos hacer es evitar la generación de residuos o seguir acumulando cosas que no necesitamos. Si no “generamos” no hay nada para reciclar, tirar o contaminar. El objetivo es disminuir el gasto de energía, materia prima y otros recursos. El concepto es bastante simple: minimizar el impacto. 

Reutilizar es darle más usos a un producto y exprimir al máximo su utilidad. En lugar de desecharlo (ya sea a la basura o para reciclar), le damos una nueva vida y de esa forma aprovechamos al máximo el producto y valoramos los recursos que se emplearon para crearlo. 

De más está decir que reciclar es mil veces mejor que mezclar la basura y tirarla en la misma bolsa, ¿verdad?. Entonces, ¿a qué nos referimos con “última opción”? Si podemos reducir nuestro consumo o reutilizar antes de mandarlo a reciclar, mejor. Pero en caso de no poder hacerlo, lo separamos para que sea reciclado.

Otro de los hábitos que podemos implementar para seguir por el camino del consumo responsable es buscar alternativas ecológicas para aquellos productos que consideramos contaminantes: bolsas de tela, copa menstrual, cepillo de dientes de bambú y productos libres de envases (compras a granel o shampoo sólido). 

Empezá (de a poco) a ser más responsable con el medio ambiente: analizá tu consumo, repensá qué hacés con tus desechos y fijate cómo podés cambiar tus hábitos de compra para tener un planeta mejor. No vamos a hacer un cambio rotundo de un día para el otro porque es casi imposible de mantener. Tomá esta nota como un incentivo, buscá información para aprender sobre sustentabilidad y adoptá nuevos hábitos para una vida más responsable.

Temas de esta nota:

SUSTENTABILIDADCUIDADOSCONSUMISMO

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