El economista Alexis Dritsos habló de la prorroga del presupuesto actual para el año entrante, y manifestó que “el fracaso de poder lograr la aprobación del presupuesto 2022 es una muestra más del bajo nivel que se maneja en ambos lados de la polarización, sobre todo en momentos críticos como los que estamos atravesando”.
Y sostuvo que “resulta indignante como se prioriza la especulación política en lugar de trabajar seriamente para alcanzar acuerdos en temas claves. El Gobierno de manera improvisada se enfrentó a una oposición que buscó marcarle la cancha al oficialismo”.
Paradójicamente, “ambos, oficialismo y oposición, nunca pudieron cumplir los presupuestos que presentaron. Además de ser proyectos totalmente alejados de la realidad, basta con ver el de años anteriores. En definitiva, lo que da a pensar es que ambas partes buscaban que el presupuesto no saliera”, repasó.
Y explicó: “Juntos por el Cambio se opone a aprobar una proyección ‘bizarra’ que hace el Gobierno. Y Alberto Fernández ahora prorroga el presupuesto y de manera discrecional empieza a reasignar las modificaciones que tiene que hacer por el cambio de necesidades en el 2022 basado en este presupuesto. Los dos cumplieron sus objetivos políticos”, aseveró.
El especialista señaló los tres puntos en contra del proyecto: “arranca de una subestimación en valores claves, fundamentalmente, en la inflación. Guzmán plantea una inflación del 33% sin tener presentado un plan anti inflacionario que justifique ese cambio. En un año donde hubo un freno a la evolución del valor del dólar; y tasas de interés más bajas que la propia inflación y tarifas planchadas”.
“Entonces para el 2022 se vienen tasas de interés más altas, el dólar correrá más cercano a la inflación y bajarán drásticamente los subsidios de las tarifas para acomodar el gasto público. Sin un plan en paralelo resulta ‘ridícula’ una inflación al 33%”, vaticinó.
Dritsos consideró que de cara al futuro, los consensos evidentemente “serán difíciles” y justició: “El Gobierno no tiene la fuerza para poder legislar de la manera ‘relámpago’ como está acostumbrado históricamente, la oposición le marcó la cancha. El problema está que frente al acuerdo con el FMI, en donde se requiere un acuerdo parlamentario, hay que ver si el oficialismo presenta algo más coherente y la oposición apoya contundente”.
“Este acuerdo será de 10 años, involucrará a varios gobiernos más, por eso es importante es un requisito de lograr un consenso y trascendente para el futuro del país”, concluyó.