El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, se refirió al panorama político de su distrito y el país, además de la interna en Juntos por el Cambio, en una entrevista con Jorge Fontevecchia para Perfil.
Allí consideró que “la interna radical es la prioridad número 400, porque estamos en pandemia y recesión. Tenemos otros problemas: los chicos no van a la escuela, la falta de seguridad, lo social que conlleva todo este conjunto y la demanda de acción social directa. Pero es cierto que somos seres políticos. El año que viene habrá elecciones. Hay que reequilibrar el sistema de partidos políticos. Nos votó a nivel nacional el 41% de la gente. Mucha de esa gente se manifestó en el Obelisco, en Olivos, en Córdoba, entre otros lugares. Hay que responderle a esa gente haciendo fuerte la coalición, ensanchando Juntos por el Cambio o como se llame en el futuro, sumar más voluntades”.
Asimismo sostuvo que “para ello, se debe partir de la base de la responsabilidad de cada uno en su partido político. Mi partido es la Unión Cívica Radical. Por eso, hay que terminar con un radicalismo que hasta ahora fue mudo. Al radicalismo de la provincia de Buenos Aires no se le conocen sonidos, enojos o alegrías. En los últimos cinco años fue sumiso y servil. Así fue como, llegado el momento de la elección, no traccionó para la coalición. Es lo que nos pide ese 41%”.
Sobre la interna que se conoció en las últimas semanas entre los miembros de Juntos por el Cambio, dijo que “tanto Rogelio Frigerio como Emilio Monzó cumplieron una gran labor. De todos modos, es un problema del PRO. A Mauricio lo prestigia haber tenido a Rogelio Frigerio como ministro del Interior y de Infraestructura y haber tenido a Emilio como presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. Así que hay que buscar la manera de reunir, no separar. El 41% que nos votó no quiere que nos enfrentemos. Nos votó para que nos reencontremos y seamos más”.
Sobre el radicalismo en la provincia de Buenos Aires, dijo que “se llega a la gobernación casi de manera aleatoria, aunque todos luchamos por ello. Era radical el vicegobernador, un cargo electivo; la mitad de los municipios, de los legisladores, de los legisladores nacionales. Y se llevó adelante un gobierno que tuvo cosas buenas pero que al final fracasó. Entre otras cosas, perdió la elección. Y con todos los cuadros del radicalismo para incorporar al gobierno, como por ejemplo los muy buenos intendentes que terminaban su mandato y que perfectamente podían integrar el gabinete, sucedió algo dantesco. El PRO, que era un partido diminuto al momento del año 2015, ocupaba todos los cargos. Los que no podía ocupar, se fijaba si pasaba un peronista por la vereda de enfrente, le hacía un guiño y lo incorporaba. Pudo haber hecho muchísimo mejor gobierno María Eugenia Vidal con el aporte del radicalismo. Que le dijera claramente que hizo gran parte del esfuerzo y que disponemos de todos estos cuadros en materia de educación, de economía provincial, de infraestructura, en materia social. Especialmente en el Conurbano”.
“Globalmente, Cambiemos no fue gobierno, fue el gobierno del PRO. La Convención Nacional de Gualeguaychú en el año 2015 hizo algo inédito, que fue dejar de encerrarse, buscar un presidente extrapartidario. Sacamos el dictamen que de Mauricio Macri precandidato a presidente extrapartidario en exclusiva. Hicimos lo más difícil. Las convenciones nacionales son los viernes a la noche, terminan a las once o doce de la noche. Al otro día, a las nueve de la mañana, el equipo de comunicación del PRO nos decía: ‘Muchas gracias por haber apoyado a Mauricio Macri para que sea candidato por la Unión Cívica Radical. Queremos dejar aclarado que en caso de ser gobierno…’. Todavía nos faltaban dos vidas para soñar con ser gobierno y ya decían que ‘en caso de ser gobierno, aclaramos que va a ser gobierno partidario del PRO’. En toda relación de dominio tiene que haber un dominado y un dominante. Aquí no se cumplieron los códigos”, afirmó.