
"Un lugar ícono como de la costa como Mar del Plata, abandonado y sucio, con veredas rotas y mugre por donde mires", este es un mensaje de los cientos que hay en una pagina de viajes.
Los reclamos se repiten entre turistas y vecinos de la ciudad. Los tachos de basura están desbordados, falta prestación de servicios de salud y hasta hay demorar en trámites administrativos de carácter importante.
Aparecieron gran cantidad de manteros y vendedores ambulantes y se vende comida en cualquier lugar de la vía pública. De la falta de orden en el tránsito, a los casi inexistentes controles nocturnos y de alcoholemia.
Las plazas son un basural, fue lo primero que se vio claramente. Pasto crecido y los tachos desbordados, en cada plaza. Es un riesgo para la población y para los turistas que eligieron Mar del Plata para descansar.
La ciudad emblema del Municipio de General Pueyrredon a cargo del intendente Carlos Arroyo, el hombre de Cambiemos al que Mauricio Macri llamó en en la campaña de 2015 "El Mujica Argentino", vive la decadencia que no se notaba desde los años que rodearon al triste 2001.
Conflicto con docentes, empleados municipales con paro intermitentes, paritarias que pierden con la inflación, baja del poder adquisitivo, locales que cierran, temporada austera, empresarios teatrales que aseguran que estan viviendo la peor verano de los últimos 20 años.
Así se encuentra hoy la ciudad emblema de la costa bonaerense, un abandono que traerá seguramente "cambios" a la hora en que los marplatenses vuelvan a elegir autoridades.