martes 30 de diciembre de 2025
- Edición Nº2582

Provincia

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Desarrollo sin límites: crecen los emprendimientos y el conflicto ambiental en Villa Gesell

11:21 |Mientras la Justicia demora definiciones, el Municipio habilita proyectos cuestionados en áreas sin servicios ni garantías ambientales.



La demora de la Justicia bonaerense frente a denuncias por daño ambiental y urbanístico profundiza un conflicto que ya genera fuertes tensiones en Villa Gesell. Mientras las causas avanzan a un ritmo lento, proyectos inmobiliarios de gran escala continúan desarrollándose y consolidan transformaciones difíciles —cuando no imposibles— de revertir. En ese escenario, la responsabilidad política recae de lleno sobre la gestión del intendente Gustavo Barrera, que sigue autorizando emprendimientos cuestionados pese a las advertencias técnicas y sociales.

Iniciativas como Lemú y Saint Thomas Golf avanzan sobre zonas ambientalmente frágiles, con presencia de médanos, bosques y áreas clave para la recarga del acuífero que abastece de agua potable a toda la ciudad. La remoción de suelos, el desmonte y la alteración del ecosistema se producen sin garantías ambientales claras, incrementando riesgos de erosión, contaminación y futuras restricciones hídricas en un distrito que ya enfrenta límites estructurales.

El conflicto se vuelve más grave ante un dato que la gestión municipal no logra explicar: Villa Gesell carece de la infraestructura necesaria para sostener este ritmo de expansión urbana. Los sistemas de agua potable, cloacas, energía eléctrica y accesos viales muestran signos de saturación, especialmente durante la temporada alta. Autorizar nuevos barrios sin obras previas y comprobables de ampliación de servicios implica, en los hechos, trasladar al conjunto de los vecinos los costos de negocios inmobiliarios privados.

La responsabilidad del Municipio no se agota en la habilitación de proyectos. Controlar, fiscalizar y hacer cumplir las normas ambientales y urbanísticas es una obligación indelegable del Estado local. Permitir el avance de obras con expedientes incompletos, interpretaciones laxas de la normativa o controles deficientes configura una omisión grave que vulnera el derecho a un ambiente sano y expone un modelo de gestión más alineado con intereses privados que con una planificación urbana sustentable.

A este cuadro se suma la lentitud de la Justicia provincial ante denuncias por daño ambiental. La falta de respuestas rápidas deja a la comunidad en una situación de indefensión y consolida hechos consumados que, una vez avanzados, resultan extremadamente difíciles de desandar. El tiempo judicial, en estos casos, juega a favor de quienes construyen y en contra del interés colectivo.

El debate de fondo es qué tipo de desarrollo promueve el gobierno local. El modelo que impulsa la gestión Barrera aparece cada vez más asociado a un crecimiento desordenado, sin planificación integral ni controles efectivos, que hipoteca el futuro ambiental y urbano de Villa Gesell.

Desde distintos sectores sociales y políticos reclaman mayor transparencia, acceso real a la información pública y mecanismos efectivos de participación ciudadana, además de una intervención urgente de la Justicia para frenar posibles daños irreversibles. Mientras tanto, la ciudad sigue creciendo sobre bases frágiles, con un conflicto que lejos de resolverse, se profundiza día a día.

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