La Justicia federal de Lomas de Zamora ordenó el allanamiento de las oficinas de Fernando Martínez, director del Servicio Penitenciario Federal (SPF), en el marco de una investigación por presuntos vínculos espurios con empresas de alimentos en mal estado en el penal de Ezeiza. La sospecha del juez federal Federico Villena es que Martínez promovió la "cartelización" del servicio de alimentación en ese penal a través de distintas empresas pantalla.
La empresa Bio Limp SA, que logró renovar la concesión para alimentar a los presos de Ezeiza el mismo día del allanamiento, comparte vehículos, mobiliario y empleados con la firma Foodrush, que había sido sancionada anteriormente por comida en descomposición. Los presos del Penal de Ezeiza denunciaron que les entregaban comida en mal estado, lo que llevó a Villena a ingerir los mismos platos que le daban a los presos, sufriendo diarrea y vómitos.
La investigación reveló que Bio Limp utilizaba los mismos camiones y empleados que Foodrush, y que había facturas de transferencias de una empresa a otra por alrededor de 150 millones de pesos. Martínez intentó eludir el secuestro de su teléfono móvil, entregando inicialmente un aparato viejo en desuso y aduciendo haber "extraviado" el que utilizaba habitualmente.
Un informe técnico reveló que la última señal del dispositivo "perdido" impactó en una antena de Barracas apenas una hora antes del allanamiento, lo que hace sospechar al magistrado que Martínez recibió una filtración y destruyó el aparato para ocultar pruebas.
La fiscal federal Cecilia Incardona solicitó la nulidad de lo actuado, pero el juez Villena mantiene firme la investigación. Martínez fue designado al frente del SPF en marzo de 2024.
La investigación también reveló que Martínez se movilizaba en una camioneta a nombre de Enrique "Quique" Antequera, uno de los "reyes" de La Salada, que se encuentra prófugo. La causa sigue en curso y se espera que se realicen más allanamientos y secuestros de documentos