Municipios frente al ajuste: el combustible como nueva fuente de recaudación

La discusión por la creación de tasas municipales aplicadas al combustible comenzó a expandirse en el interior de la provincia de Buenos Aires y suma nuevos distritos que evalúan o avanzan con este tipo de recargos para financiar obras viales. Luego de que Cañuelas aprobara la semana pasada una tasa específica, ahora Tapalqué, Coronel Suárez y Ramallo se incorporaron a una tendencia que refleja la creciente tensión financiera que atraviesan los gobiernos locales.

En Tapalqué, el Concejo Deliberante trata por estas horas las ordenanzas Fiscal e Impositiva impulsadas por el oficialismo que conduce el intendente Gustavo Cocconi. El proyecto propone la creación de una tasa del 2,5% sobre el valor neto de los combustibles —naftas, gasoil, kerosene y GNC— que se aplicará en las estaciones de servicio del distrito. A la par, la tasa de red vial existente, que ya se actualiza en función del precio del combustible, tendrá un incremento adicional del 10%. Con mayoría propia, el bloque de Fuerza Patria cuenta con los votos necesarios para avanzar y, de aprobarse, la iniciativa será tratada el 29 de diciembre en la Asamblea de Mayores Contribuyentes y Concejales.

Un escenario similar se plantea en Coronel Suárez, donde el intendente Ricardo Moccero impulsa una tasa del 2% aplicada al combustible, cuyos fondos estarán afectados exclusivamente a un Plan de Repavimentación previsto para 2026. En reuniones con productores y comerciantes, el jefe comunal buscó despejar dudas sobre el impacto real del tributo y explicó que, en una carga promedio, el aporte oscila entre 1.200 y 1.800 pesos, según el tamaño del tanque. “No es un porcentaje sobre el litro de nafta, sino sobre el costo neto del combustible sin impuestos”, aclaró.

Moccero vinculó la decisión con el contexto nacional y remarcó que, mientras los combustibles acumularon subas del 43% en lo que va del año y más del 300% en los últimos dos años, esos aumentos no se tradujeron en mejoras de rutas o infraestructura. “Este 2% vuelve directamente en obras para el distrito y será una respuesta concreta ante los recortes del Gobierno Nacional”, sostuvo.

En Ramallo, en tanto, la gestión del intendente Mauro Poletti incorporó en el nuevo Código Tributario la posibilidad de crear una tasa vial del 2% sobre la venta de combustibles líquidos y GNC. Aunque aún resta definir su implementación efectiva, el recargo ya generó debate por el impacto directo que tendría en el costo final que pagan los automovilistas.

El avance de estas iniciativas no es aislado. Intendentes de distintos signos políticos coinciden en señalar el deterioro de rutas y calles frente al retiro de fondos nacionales como el principal argumento para justificar la medida. En ese marco, el debate sobre si se trata de una nueva carga impositiva o de una herramienta de supervivencia municipal atraviesa a buena parte del interior bonaerense. Mientras desde Nación se cuestiona la legalidad de estas tasas, los jefes comunales reclaman que los impuestos al combustible que recauda el Estado nacional no regresan a los territorios en forma de obras.

Con alícuotas que van del 2% al 2,5% y destinos específicos ligados a la infraestructura vial, las tasas al combustible se consolidan como una de las respuestas más extendidas de los municipios para enfrentar la crisis de financiamiento.