COFA en la mira: la gestión de Gómez genera tensión con farmacéuticos dependientes

​La flamante presidenta de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), Alejandra Gómez, encendió la mecha de una seria controversia laboral a poco de iniciar su mandato. Las primeras acciones de su gestión generaron un fuerte malestar entre los profesionales farmacéuticos y bioquímicos en relación de dependencia.

​Uno de los puntos más críticos de la disputa es la interrupción del pago de aportes y seguros de los farmacéuticos que prestan servicios en el Colegio de la Provincia de Buenos Aires. Esta medida se toma a pesar de que la entidad ya afrontó previamente un costoso juicio millonario, pagado con fondos de los propios colegiados, a raíz de conflictos laborales.

​A esta situación se suma la decisión de Gómez de paralizar, "hasta nuevo aviso", la aplicación de la paritaria correspondiente al Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) 707. Este convenio está suscripto desde hace una década entre COFA y el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), afectando directamente a los trabajadores del sector.

​Fuentes internas de la mesa directiva de COFA sugieren que la postura de la presidenta estaría fuertemente influenciada por el representante del colegio porteño. Dicho representante gastó, según se indica, alrededor de 50 millones de pesos de los colegiados en acciones legales destinadas a frenar la presencia del SAFYB en la institución.

​La secretaria Gremial de SAFYB y reciente ganadora del premio a sindicalista del año, Mónica Covatti, no dudó en responder con firmeza ante la situación. “Cuando un farmacéutico o bioquímico se convierte en propietario de farmacia o laboratorio, se olvida del ejercicio profesional y de las necesidades de los asalariados y se convierte en patrón de estancia, peor que los dueños sin título profesional. No nos quedaremos de brazos cruzados”, sentenció.

​Este accionar de Gómez, que implícitamente recomienda el incumplimiento de convenios laborales, es visto como un factor de riesgo. Se teme que esta conducta genere nuevos conflictos y gastos judiciales, los cuales inevitablemente recaerán sobre el patrimonio de los colegiados y las entidades adheridas.

​Desde el sector se critica fuertemente un supuesto doble estándar en la presidenta. Gómez llegó a la conducción del Colegio bonaerense con el respaldo de los propios profesionales dependientes, a quienes ahora, aparentemente, castiga con sus primeras decisiones al frente de la Confederación.

​Finalmente, el presidente de un importante colegio de farmacéuticos remarcó la necesidad de reorientar el foco de la gestión. “En lugar de atacar a los profesionales dependientes y pelearse con el sindicato, Gómez debería urgentemente hacer algo contra el proyecto de reforma laboral que pretende eliminar la colegiación obligatoria”, afirmó, señalando una amenaza de mayor envergadura para el sector.