Arata, expresó su preocupación por los datos difundidos en el último informe mensual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que volvió a reflejar una caída de las ventas minoristas durante noviembre, con un golpe particular sobre los consumos esenciales. Según el relevamiento, el retroceso se concentró en alimentos y bebidas, un dato que para la legisladora expone con crudeza el deterioro de la situación social.
La legisladora calificó el escenario como “alarmante” y sostuvo que las familias argentinas están comprando menos comida porque “no les alcanza”. En ese sentido, vinculó la caída del consumo básico con la pérdida sostenida del poder adquisitivo y el impacto directo de la política económica del Gobierno nacional sobre los ingresos de los hogares.
Además remarcó que la baja en sectores esenciales da cuenta de una “situación límite”, tanto para los consumidores como para los comerciantes. Advirtió que muchos pequeños y medianos comercios ya no pueden sostener sus márgenes y operan en un contexto de extrema fragilidad, con ventas en retroceso y costos que continúan en alza.
En ese marco, Arata insistió en la necesidad de implementar medidas urgentes orientadas a recomponer el ingreso familiar y fortalecer a las pymes locales, a las que definió como un pilar central de la economía y del empleo. Señaló que sin una recuperación del consumo interno, el entramado productivo y comercial seguirá profundizando su deterioro.
Finalmente, la legisladora subrayó que detrás de los números y las estadísticas “hay personas, familias y proyectos de vida afectados”, y reafirmó su compromiso de trabajar para revertir este escenario. En un mensaje directo al Ejecutivo nacional, llamó a mirar “la vida real de las familias argentinas” y a dejar de priorizar lo que definió como la “timba financiera”, en detrimento del bienestar social y el mercado interno.