jueves 11 de diciembre de 2025
- Edición Nº2563

Provincia

nuevo informe

Daletto alerta sobre la “rigidez fiscal” que frena la obra pública bonaerense desde los años 90

13:04 |El senador (MC) presentó un análisis histórico del Gasto de Capital y advirtió que la Provincia sigue dependiendo de “momentos de estabilidad” para poder invertir en infraestructura.



El senador bonaerense Marcelo Daletto eligió su último día de mandato para presentar un informe que vuelve a poner en escena uno de los temas estructurales de la Provincia de Buenos Aires: la capacidad —y las limitaciones— del Estado provincial para sostener inversión en infraestructura. El trabajo repasa la evolución del Gasto de Capital desde la restauración democrática hasta el cierre del primer mandato de Axel Kicillof y expone un patrón que, según el legislador, se repite desde hace cuatro décadas.

Daletto explicó que el Gasto de Capital —la inversión destinada a obras públicas, infraestructura y bienes durables— funciona como un termómetro de la salud fiscal provincial. “A lo largo de las últimas cuatro décadas, la inversión en infraestructura demuestra su importancia para el desarrollo. Los picos máximos históricos registrados evidencian que, en contextos de estabilidad económica y de recursos extraordinarios, la Provincia posee una alta capacidad de ejecución”, afirmó.

 

 

Sin embargo, advirtió que ese comportamiento se desploma cuando se combinan inestabilidad macroeconómica y restricciones estructurales propias del Régimen de Coparticipación Federal. “En tiempos de la asimetría causada bajo el régimen actual, se evidencia una rigidez fiscal que presiona constantemente al Gasto de Capital, forzándolo a ser la partida de ajuste en momentos de crisis o desaceleración”, señaló.

Dos intentos por corregir la inequidad histórica

En el repaso histórico, Daletto destacó que hubo solo dos gestiones que buscaron atacar esa inequidad estructural. La primera, la de Eduardo Duhalde, con la creación del Fondo del Conurbano en 1992; la segunda, la de María Eugenia Vidal, que en el marco del Consenso Fiscal de 2017 logró la conformación de un fondo compensatorio.

Ambas medidas, remarcó, tuvieron como objetivo aliviar la presión financiera sobre una provincia que carga desde hace décadas con un volumen de responsabilidades mayor al de los recursos que recibe.

Los años de mayor inversión y los mínimos históricos

El informe ubica los picos de inversión pública en los primeros años de la democracia. Los máximos —17,6% en 1997 y 16,2% en 1994, ambos bajo la gobernación de Eduardo Duhalde— marcaron niveles inéditos de ejecución presupuestaria en infraestructura. A esos se suma 1987, durante la gestión de Alejandro Armendáriz, con un 16,3%.

En el extremo contrario, el mínimo histórico se registró en 2002, durante la gobernación de Felipe Solá, cuando el Gasto de Capital cayó al 3,1%. “Fue el reflejo directo de la crisis económica, social e institucional de 2001-2002”, subrayó Daletto.

También describió otros retrocesos importantes durante la gestión de Daniel Scioli, atribuidos a la desaceleración económica, la pérdida del valor real del Fondo del Conurbano y la falta de actualización de fondos nacionales.

Un quiebre después del 2000 y el peso de la educación

Para el senador, la clave del análisis está en comparar dos etapas: antes y después del año 2000. El informe muestra que los porcentajes promedio de Gasto de Capital fueron significativamente más altos en las gestiones previas al nuevo milenio que en los años posteriores.

Pero Daletto pidió no perder de vista otro factor determinante: la descentralización educativa que se consolidó a comienzos de los años 90. “La provincia asumió por completo el costo de la educación pública, con un aumento sustancial del gasto en personal y en programas educativos”, recordó. Esa transferencia, que no vino acompañada de recursos equivalentes, terminó de rigidizar la estructura presupuestaria bonaerense y dejó a la inversión pública en obras como variable de ajuste ante cada crisis.

El informe se despide con una advertencia: mientras la provincia siga dependiendo de ciclos excepcionales para invertir, la brecha en infraestructura seguirá reproduciendo desigualdades. Y, aunque Daletto ya no estará en el Senado, deja planteado un diagnóstico que ningún gobierno bonaerense logró resolver en los últimos cuarenta años.

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