jueves 11 de diciembre de 2025
- Edición Nº2563

Provincia

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Montenegro, en tránsito permanente: de Mar del Plata al Senado y del Senado al Gabinete libertario

El jefe comunal deja un municipio complicado y se reubica con la mira puesta en la Casa Rosada. En la ciudad hablan de abandono, precariedad y una tormenta institucional sin piloto.



La salida de Guillermo Montenegro de la intendencia de “La Feliz” para desembarcar como senador provincial desnuda la crisis que atraviesa Mar del Plata pero también confirma una tendencia política que atraviesa a varias figuras del PRO bonaerense. Al igual que Diego Valenzuela —que espera la “luz verde” presidencial para saltar a la Casa Rosada posiblemente en algún Área del Ministerio de Seguridad—, Montenegro es otro jefe comunal  ex PRO que mutó al libertarismo y que, en los pasillos legislativos, es mencionado como otro posible integrante del Gabinete de Javier Milei.

En el caso de Valenzuela, el salto fue acompañado por una doble licencia (a la intendencia de 3 de Febrero y a la Senaduría provincial) y la explícita expectativa de ocupar un cargo en la estructura nacional. Montenegro no renunció formalmente, pero su llegada al Senado provincial es leída como una “escala técnica” mientras aguarda definiciones del riñón libertario. Voces del oficialismo nacional lo ubican como posible ministro de Seguridad, y en Mar del Plata aseguran que “su verdadera gestión ya no está en la ciudad, sino en Buenos Aires”.

Sueldos pagados fuera de término y un municipio al límite

Montenegro abandona la intendencia en medio de una situación financiera crítica. El episodio más sensible de las últimas semanas fue el pago desdoblado y fuera de término de los salarios municipales de octubre, que recién se completó a mediados de noviembre.

El Sindicato de Trabajadores Municipales exigió la intervención del Ministerio de Trabajo y denunció el incumplimiento del Ejecutivo: “Hubo un pago desdoblado y fuera de término que afectó a entre el diez y el quince por ciento de los trabajadores”, explicó el secretario general Cristian Milasincic.

La administración justificó los atrasos con “dificultades” de caja, y prometió que no volvería a ocurrir. Sin embargo, los gremios advierten que la situación sigue siendo crítica y que el pago del medio aguinaldo será la verdadera prueba.

Una recaudación tercerizada que terminó peor

Uno de los puntos de mayor conflicto fue la privatización de la Agencia de Recaudación Municipal. El contrato con la UTE Karstec–Itnet permite al privado acceder a bases de datos tributarias y sistemas informáticos, cobrando comisión sobre resultados que nunca llegaron.

Según fuentes municipales, desde la tercerización la recaudación no solo no mejoró, sino que se estancó, mientras el costo del servicio sigue garantizado. Lo que debía ser un refuerzo terminó en un agujero: notificaciones erróneas, intimaciones enviadas a vecinos al día o incluso a personas equivocadas, con episodios dignos de phishing y reclamos cruzados entre contribuyentes y el municipio.

A esto se suma una cláusula contractual que blinda a la empresa y habilita prórrogas más allá del mandato de Montenegro.

Turismo en rojo y fondos desviados

El Ente Municipal de Turismo presenta un déficit estructural que se agrava en plena temporada alta. Operadores turísticos denunciaron que fondos específicos como el de Promoción Turística se utilizaron para pagar salarios municipales.

En una ciudad cuya economía depende decisivamente del turismo, ese desvío no solo generó malestar, sino alarma ante la falta de recursos para la actividad estratégica local.

Un municipio sin obra pública y barrios cada vez más relegados

Con la obra pública nacional frenada, Mar del Plata enfrenta problemas estructurales profundos: falta de infraestructura, viviendas sin terminar, urbanización paralizada y una desigualdad territorial que se amplía.

La eliminación del Fondo de Integración Socio Urbana dejó sin ejecutar el 90% del presupuesto previsto para barrios populares, dejando cientos de obras inconclusas.

El transporte público fue prorrogado sin nueva licitación, el mantenimiento de calles se agrava con cada lluvia y el deterioro urbano es visible incluso en áreas céntricas.

¿Destino: Ministerio de Seguridad?

En la Legislatura saben que la presencia de Montenegro es circunstancial. La versión más repetida afirma que Montenegro espera el llamado de Milei para ocupar Seguridad en los próximos meses, cartera que actualmente ocupa la cordobesa Alejandra Monteoliva-. Eso explicaría el desinterés por gestionar una ciudad cuya conflictividad social, económica y urbana ya estalló.

Lo que queda en Mar del Plata es un ejecutivo complicado, un sistema de recaudación privatizado que empeoró los números, un turismo en crisis, salarios pagos con demoras y una conflictividad creciente en las calles.

Montenegro deja la ciudad a mitad de mandato, sin resolver sus problemas históricos y mientras afina su tránsito hacia un gabinete nacional que aún no existe, pero que ya parece gobernar su agenda. Como Valenzuela, aguarda señal del Presidente. Y como Valenzuela, su verdadera lealtad ya no es local.
 

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