El Gobierno nacional se encamina a rechazar el aval para la nueva toma de deuda que busca la administración del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, aprobada la semana pasada en una controvertida sesión legislativa. Fuentes de Casa Rosada indicaron que, si bien se rechazaría la convalidación de la nueva deuda, el gobierno sí aceptaría el rollover (refinanciación) de la deuda ya contraída.
El endeudamiento aprobado por la Legislatura bonaerense asciende a hasta 3685 millones de pesos, incluyendo Letras del Tesoro y cuatro operaciones específicas para la administración central, el Ejecutivo, AUBASA y Buenos Aires Energía. Para concretarlo, la provincia necesita el aval de la Nación, un permiso otorgado recientemente a jurisdicciones como la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe para acceder al mercado internacional.
La tensión política entre la Casa Rosada y el gobierno bonaerense es permanente. Buenos Aires es una de las cuatro provincias que no firmó el Pacto de Mayo, y Kicillof no participó de los encuentros con gobernadores en las últimas semanas. En respuesta, el ministro bonaerense Carlos "Carli" Bianco pidió un encuentro con el ministro del Interior, Diego Santilli, para "reclamar fondos quitados y retomar 1000 obras abandonadas".
La posición de rechazo del Gobierno Nacional se fundamenta en la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2004. El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo que la ley impide nueva deuda si "los gastos corrientes superan la inflación", algo que, según él, ocurre en Buenos Aires. "No debería estar sujeta a aprobación", afirmó.
En sintonía, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, ratificó esta postura, señalando que el Consejo de Mayo propone "no pedir autorizaciones de endeudamiento si una provincia tiene déficit primario, excepto para roll overs". Previamente, el subsecretario Sebastián Pareja ya había anticipado el rechazo a la aprobación de deuda de Kicillof.
La decisión refleja el pulso político entre Nación y provincia, con un gobierno nacional priorizando el ajuste fiscal y Kicillof buscando recursos para su gestión. Hasta ahora, no hay avances en el reclamo de fondos por parte de Buenos Aires.
El desenlace de esta disputa podría marcar un precedente en las relaciones entre el Gobierno nacional y las provincias, en un contexto de fuertes ajustes económicos. ¿Cómo impactará esto en la gestión de Kicillof? La incertidumbre sigue.