Ruidos molestos: Nueve de Julio impulsa fuertes multas para motos con escapes libres

Desde la gestión de María José Gentile (PRO), buscan avanzar con un proyecto de ordenanza que propone elevar de manera significativa las sanciones contra quienes utilicen caños de escape adulterados, una problemática que en los últimos años motivó reclamos recurrentes por parte de los vecinos.

La iniciativa surge de una serie de encuentros con vecinos autoconvocados, que manifestaron su preocupación por la circulación de motos en “manada”, los ruidos molestos y los episodios de conducción temeraria vinculados al uso de escapes libres o modificados.

El municipio explicó que si bien existen ordenanzas y controles en distintos puntos de la provincia, la medida local apunta a un endurecimiento efectivo de las penalidades con el objetivo de desalentar estas prácticas. Gentile resaltó que la intención es “cuidar el descanso y la convivencia urbana”, además de reducir riesgos para la seguridad vial.

El texto ya fue girado al Concejo Deliberante y prevé una serie de modificaciones en el régimen sancionatorio. Entre los principales cambios, plantea un aumento del valor de las multas, la posibilidad de secuestro del motovehículo incluso si se encuentra estacionado, y la inhabilitación para conducir por un período de dos años en casos graves o reincidentes.

El proyecto también incorpora el concepto de responsabilidad solidaria, ampliando las consecuencias no solo para quien conduce, sino también para el propietario del vehículo y, en caso de menores de edad, para sus tutores. Además, se prevé la aplicación de tareas comunitarias obligatorias como forma de probation, con el argumento de que la sanción tenga un efecto educativo y comunitario.

Uno de los puntos más discutidos es la creación de un registro local de infractores, que funcionaría como base de datos municipal. Según el proyecto, quienes figuren en ese listado podrían quedar inhabilitados para acceder a programas sociales o beneficios municipales, una medida que pretende ser “disuasoria”, pero que abre debates sobre su alcance y constitucionalidad.

Desde el Ejecutivo municipal indicaron que las motos adulteradas generan contaminación acústica significativa y aumentan el riesgo de siniestros viales, especialmente en zonas residenciales y durante la noche. Por eso, insistieron en que la normativa no solo busca castigar, sino también prevenir, con un mensaje claro hacia quienes utilizan los escapes modificados como forma de exhibición o competencia informal en la vía pública.